Hace unos días se publicó en el portal digital de El Universal, una interesantísima entrevista que la periodista Yuli García hace al consultor político y estratega español Antonio Sola, aquél que diseño en 2006 la frase “AMLO es un peligro para México” y que sirviera a los panistas encabezados por Felipe Calderón, para acceder al poder presidencial; pero que ahora, como ironía del destino, el propio Sola ve a Andrés López Obrador como el probable y potencial ganador de las elecciones presidenciales del 2018, manifestando no sólo su interés profesional de trabajar para el tabasqueño sino que ello le “encantaría”.
Sola vierte conceptos fundamentales para analizar las próximas elecciones a gobernador en el Estado de México, pero que están indudablemente vinculadas con los escenarios de las próximas elecciones presidenciales del 2018.
También reflexiona que el PRI y PAN han tenido la oportunidad los dos últimos sexenios, de realizar acciones efectivas contra la inseguridad (y yo agregaría que en muchos otros renglones de la administración pública) y no han podido lograrlo, porque han carecido de políticas innovadoras.
Por otra parte, dice que existen prácticas arraigadas en los partidos políticos que han impedido que nuestro sistema político pueda dar los resultados eficientes que la sociedad ha esperado durante años. Pero hay situaciones específicas expresadas por él entrevistado y que a continuación referiré.
Las designaciones de candidatos en los partidos siguen privilegiando a los que han estado ahí, haciendo trabajo partidista, posicionados internamente en sus grupos, pero que no necesariamente representan una buena opción para la solución de los problemas de la población. La mayoría de este tipo de políticos no cuenta con la capacidad para enfrentarse con eficiencia al tamaño de los problemas que se encuentran cuando acceden a los cargos y le siguen apostando a un discurso de “buenas intenciones” pero no se ve por ningún lado la propuesta de los métodos y las formas de cómo van a lograr solucionarlos. Los discursos “bonitos” no bastan y menos cuando ya se es gobierno, añadiría.
Este comportamiento de los partidos que en muchas ocasiones ha propiciado el no apoyo a los mejores políticos con los que cuentan, por favorecer los intereses de los grupos que dominan sus respectivos institutos, es una de las grandes tragedias que ha originado el fracaso del sistema gubernamental, que no ha podido disminuir ni mucho menos erradicar la gran problemática política, social y económica que aqueja al país, destacó.
Además, se infieren de las palabras de Sola, que de continuar estas prácticas, nos quedaremos nuevamente con la realidad de tener que elegir, no al candidato que represente realmente un bien posible para el país, sino el que represente el mal menor, porque a la gente no le quedará de otra que elegir a alguno de los candidatos que impondrán los partidos, quedando la sociedad expuesta a la mediocridad de los mismos.
Sin embargo, afirma, ningún partido o candidato podrá ignorar algunos conceptos que deberán tomarse en cuenta en la contienda presidencial, si quieren tener aspiraciones de ganar.
Los candidatos tendrán que demostrar que son más que la exclusiva representación del partido que los propone; tienen que demostrar que son capaces de alcanzar consensos más amplios que los de su propia organización política; sobre todo con la gran población que ya no cree en ellos porque está totalmente decepcionada de sus comportamientos y resultados, expresaría al calce.
El PAN, pero sobre todo el PRI, puntualizó Sola, deberán escoger con cuidado a sus candidatos, porque ineludiblemente tendrán éstos que cargar con todo lo malo que se asocia a los que ahora están en el poder, no sólo como grupo político cercano a un presidente tan desprestigiado, sino a todo lo que los ha caracterizado como la ineficiencia y la corrupción, pues eso es lo que piensan y sienten un gran número de ciudadanos.
Además, ya no bastará que manifiesten tener “buenas intenciones” de solucionar los problemas del país, sino que tendrán que expresar y plantear los métodos o las políticas públicas que usarán para solucionarlos.
Antonio Sola resaltó que en el 2006, la campaña en contra de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), funcionó porque éste se había colocado en un discurso cercano al del venezolano Chávez, pero que actualmente su discurso de izquierda moderado lo coloca indiscutiblemente no sólo como posible sino como probable ganador de las elecciones presidenciales del próximo año, por lo que le encantaría trabajar para el tabasqueño.
Sola afirmó finalmente, que hoy AMLO está “volando” en las encuestas nacionales y que será muy difícil que pierda ese posicionamiento de ganador; pero advierte el hecho de que López Obrador cometió errores graves en sus anteriores campañas que lo hicieron perder y que la ventaja popular que actualmente tiene en la intención del voto ciudadano, podría tener como único inconveniente que el propio Andrés Manuel la destruyera.
La política debe servir para construir un mundo mejor, concluyó el entrevistado. Es difícil encontrar otras palabras que sustituyan tal concepto, digo yo.