• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero...

 

A solo unos días de que concluya un año más, estimado lector, en esta ocasión me permito aprovechar este espacio para reiterarle mi más sincero agradecimiento por tomarse el tiempo de leer cada semana mi columna.

Desde hace algunos años, “La verdad no peca” constituye para mí otra forma de establecer contacto con el ciudadano de a pie, que padece y sufre todos los días la negligencia y la omisión de nuestras autoridades municipales, estatales o federales.

En reiteradas ocasiones mi voz ha sido solo el eco de lo que muchos apizaquenses y tlaxcaltecas piensan sobre la vida pública, pues así lo escucho en las calles con la gente que convivo y hablo. Considero que en eso radica buena parte del valor y de la aceptación de este espacio.

Aunque a veces polémicas, mis opiniones buscan siempre la reacción de los actores públicos para beneficio de los gobernados, ya que estoy convencido de que, bajo ninguna circunstancia, la libertad de expresión debe ser mal entendida como un derecho a la calumnia o a la infamia.

Manifiesto mi absoluto respeto a quienes no comparten mis puntos de vista y me lo hacen saber a través de las redes sociales. La divergencia de ideas es constructiva para quien tiene la mente abierta.

Así mismo, quiero expresarle mis mejores deseos para que usted y su familia disfruten de estas fiestas decembrinas y que el Creador les permita enfrentar unidos y con fortaleza los tiempos por venir.

Sin caer en las frases de siempre, espero que, en lo individual, el próximo año tenga paz y autorrealización. En lo colectivo, deseo que nuestras mentes se abran al entendimiento y a la reflexión de lo que somos y lo que queremos ser como municipio, estado y país. 

Lo invito para que estemos preparados y conscientes de que solo unidos los apizaquenses podremos lograr un cambio efectivo que nos lleve a lo que todos deseamos y merecemos: una mejor vida, más digna, más ordenada y más segura.

Para 2020, estimado lector, confío en seguir contando con su paciencia y su tiempo en este espacio que amablemente me brinda e-consulta para dirigirme a ustedes. Nos leemos la segunda semana de enero próximo, si Dios lo permite. Hasta pronto.