• M.C.S Elsa Martínez Flores
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La pandemia vino a dar al traste con muchos negocios que tuvieron que cerrar por el contacto humano que derivaba en contagios, hubo pasos hacia atrás en materia económica, sin embargo, como sociedad avanzamos en regresar a las costumbres básicas y que poco a poco se iban perdiendo: el espacio vital y la limpieza.  

Si, porque independientemente de que muchos piensan que el virus se creó en un laboratorio, la falta de higiene tarde o temprano tendría consecuencias como las que estamos experimentando. Sólo basta recordar que, durante la Edad Media, las pestes estuvieron a la orden del día por la suciedad que imperaba incluyendo a la élite de esa época, pese a la opulencia que les rodeaba.  

Antes de la pandemia, observamos muchos lugares, desde restaurantes, bares, tiendas de ropa, cines, oficinas y otros más que faltaban al cuidado de las personas que acudían respecto a distancia e higiene, incluyendo zonas consideradas V.I.P. La COVID-19 nos sacudió y volvimos a programar nuestra mente para no descuidar esa parte tan fundamental en el ser humano.  

A nadie le gusta estar tan cerca de una persona extraña, y eso, es lo que ya estaba sucediendo, pocos respetaban el espacio de los demás, amontonados, encimados, hablando casi al oído, sin el más mínimo respeto a nuestros semejantes y organización en algunos lugares.  

El uso del cubrebocas que actualmente sigue siendo objeto de controversia, debió ser obligatorio en lugares donde preparan alimentos y bebidas desde hace tiempo, así como el aseo dos veces al día en oficinas y restaurantes. La gente se queja de esta nueva realidad, pero, es mejor aprender de ella y no repetir errores.  

Ahora que estamos redefiniendo el comportamiento ante los demás, debemos de normalizar la distancia e higiene en nuestra conducta, cuidar los protocolos que señalan en los negocios, bien valdría la pena comenzar a cambiar esta perspectiva con la finalidad de mantener una buena salud.  

Los mexicanos somos limpios en general, sin embargo, existen zonas en las que no se aplica pasar el trapeador, donde los perros callejeros merodean los botes de basura y la sacan, y muchas otras situaciones que con la pandemia ponen en riesgo la salud de los demás, la educación sanitaria es un tema que deberá ser un trabajo conjunto, sociedad y gobierno; sólo así mejoraremos en este rubro.