• M.C.S Elsa Martínez Flores
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Disciplina…palabra que este 2022 debería ser una de las herramientas para muchos de nosotros y con ello llegar a metas personales y profesionales, pero…difícil llevarla a cabo, por la cultura, formación y distractores que forman parte de nuestra educación y manera de ser. La palabra conlleva ser puntual, adquirir buenos hábitos y realizarlos, rutinas que deben ser cumplidas para lograr algo.  

Las personas que son disciplinadas se convierten en muchas ocasiones en seres incomprendidos en una sociedad donde viven con presiones diarias y que no les acomoda una serie de reglas extra a las que ya tienen, impuestas por el núcleo en el que se desenvuelven.  

Y esto viene a colación por un video que circula en donde un elemento de la Guardia Real de la Reina Isabel II al estar marchando arrolla a un niño que estaba a la mitad del camino, el infante fue advertido con un “¡Abran paso!”, sin embargo, el incidente sucede tan rápido que finalmente, el custodio sigue su ruta sin inmutarse y el pequeño termina en el piso.  

Los cibernautas dividen opiniones en este hecho, muchos de ellos basan sus argumentos en la disciplina con que la Guardia Real de la Reina es educada además de cierta frialdad que existe en las costumbres de Inglaterra, donde se caracterizan por su temperamento flemático. Otros, no están de acuerdo con el comportamiento excesivo y hasta cierto punto agresivo que se observa en el video.  

Sin embargo, al adentrarse al estricto protocolo que ellos realizan, podemos apreciar que no se detendrán por nada o nadie y que este nivel de disciplina es mucho más complejo que adquirir o realizar rutinas diarias. No sólo el ejército británico es formado de esta manera, sino en otras naciones, aunque es indudable que los países de ciertas regiones europeas y de oriente la disciplina es otra cuestión.  

Me queda claro que para realizar ciertas actividades que conlleven a la realización de un objetivo, hay que anteponer tal vez un tipo de reacomodo en los horarios, en comenzar por algunas rutinas básicas que se conviertan en hábitos, para poder experimentar un cambio benéfico.  

Definitivamente un entrenamiento militar y su método es sumamente complejo y difícil de entender y llevar a cabo, no hay comparación y mucho menos pensar en que no ves más que el objetivo y que no te importe lo que te lleves a tu paso, porque hasta es bastante grotesco, pero bien se puede tener un punto de equilibrio y comenzar paso a paso para que la palabra disciplina y su ejecución sea transitable.