• Héctor A. Villalba
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La mayor cita del turismo en nuestro país llegó a su fin, el Tianguis Turístico de Acapulco concluyó el día de ayer. Pero para Tlaxcala no hubo nada nuevo que presentar, sólo el ya trillado y desgastado eslogan “Tlaxcala Sí Existe” que, por cierto, se lo pelean la secretaría de turismo y la de cultura en nuestro estado.

Nada nuevo bajo el sol quemante de Acapulco se pudo presentar, y es que los negocios de familiares y amigos siguen siendo la prioridad turística en el estado. Seguimos esperando los recorridos virtuales, y las estrategias novedosas y tecnológicas. 

La primera vez que se presentó el “Tlaxcala Sí Existe”, se volvió tendencia porque todos se pitorreaban de que un chiste tan antiguo como la misma historia moderna se coinvirtiera en un eslogan institucional del gobierno de la cuarta transformación. Posteriormente, los tlaxcaltecas y conocedores de la historia, se encargaron de convertir en positivo esa tendencia, presumiendo las tradiciones, los platillos, y los espacios turísticos del estado.

En Acapulco se optó nuevamente por el eslogan ya quemado, por la falta de estrategia, pero ¿qué se le puede pedir a la secretaría de turismo? Uno esperaba estrategias novedosas que emplearan las tecnologías de la información en un intento por volver los atractivos turísticos democráticos.

Porque lo cierto es que también hay que preguntarse, del mentado programa de autobuses que trasladan de la CDMX hacia nuestro Tlaxcala, cuántos viajeros se ha tenido desde su presentación. Porque la labor turística no es sólo andar de paseo, requiere un alto compromiso con Tlaxcala, un vasto conocimiento de la historia y cultura de nuestra entidad, de sus tradiciones, de sus sabores, sus colores, y demás expresiones que nos generan identidad.

Porque ya sabemos y seguramente todos saben que “Tlaxcala Sí Existe”. ¿Qué sigue después en esta nueva historia?

Ojalá lo sepan y ojalá nos lo cuenten.