El caso del sádico canicida de Tecámac, hombre que mató a un perro en aceite hirviendo nos obliga a enfrentar el aspecto más cruel y despiadado de la naturaleza humana. Esta violencia demuestra una completa falta de empatía y respeto por la vida de otro ser vivo.
Establecer leyes de protección animal que castiguen adecuadamente estos actos crueles es impostergable. Al disuadir a las personas de dañar a los animales, estas leyes no solo sirven para castigar a los infractores, sino que también tienen un propósito preventivo. Además, las leyes de protección animal fomentan una cultura de respeto y compasión por todas las formas de vida. También debe subrayarse que la protección animal no solo tiene implicaciones directas en el bienestar de los animales, sino que también tiene un impacto significativo en la humanidad misma. Nuestro trato a los animales refleja nuestros valores éticos y morales como sociedad. Si permitimos o ignoramos actos de crueldad hacia los animales, estamos socavando nuestra propia humanidad y empatía. La protección animal nos invita a ser compasivos y responsables, lo cual enriquece nuestra calidad de vida y nos define como especie.
La preocupación por el bienestar animal y la aplicación de leyes para protegerlos no son un fenómeno reciente. La historia revela que la preocupación por este tema ha existido durante mucho tiempo y ha logrado un progreso significativo.
La adopción por parte de Irlanda de la primera ley dedicada a la protección de los animales en 1635 es un excelente ejemplo de una de las primeras leyes de protección animal. Este esfuerzo inicial muestra que la sociedad ya estaba tomando medidas para proteger a los animales del maltrato y la crueldad. También recordemos que en 1687 Japón reintroduce la prohibición de comer carne y matar animales; si bien aborda principalmente preocupaciones religiosas y culturales, esta acción demuestra consideración por el trato ético de los animales y la promoción de su bienestar.
En los últimos años se han realizado mejoras significativas en la protección de los animales. La Liga Internacional por los Derechos de los Animales y las ligas nacionales afiliadas emitieron la Declaración Universal de los Derechos de los Animales en 1978. Esta postura destaca el valor de tener en cuenta a los animales y tratarlos con respeto en todas las facetas de la vida. Es un compromiso asumido a escala mundial. El Convenio Europeo sobre la Protección de los Animales Vertebrados utilizados para experimentación y otros fines científicos también fue aprobado en 1983. Este convenio promueve la adopción de procedimientos sustitutos que disminuyan el sufrimiento animal en la comunidad científica y establece estándares para la protección de los animales utilizados en investigación.
En México, diversas leyes protegen a los animales. Particularmente en la mayor parte de entidades federativas ya se han expedido leyes de protección animal pero no terminan de atender la mayor parte de problemáticas (animales domésticos, para consumo, de diversión, para experimentos, etc.). De igual manera carecemos de una ley general. Estas ausencias son las que han motivado que el domingo 25 de junio, en la Ciudad de México, se haya convocado a la primera marcha de alto al maltrato animal.
Por ello, es crucial que sigamos colaborando para fortalecer las leyes de protección animal, informar al público sobre el valor de tratar a los animales con respeto y compasión, y fomentar un cambio
cultural hacia una mayor consideración por todas las formas de vida con las que compartimos nuestro planeta.