Hace 213 años, Tlaxcala y México comenzaron su ardua lucha por la independencia de una corona opresiva, ansiosos por alcanzar un futuro donde la justicia y la igualdad prevalecieran. A lo largo de este tiempo, se ha avanzado en la construcción de un Estado basado en principios democráticos y en la protección de los derechos individuales.
Uno de los pilares fundamentales que ha impulsado esta independencia es la impartición de justicia. El respeto y la protección de los derechos de cada individuo son esenciales para una sociedad libre y próspera. En Tlaxcala, como en todo el país, se ha trabajado incansablemente para garantizar que aquellos que infringen la ley enfrenten las consecuencias de sus acciones. La impunidad no tiene cabida en la búsqueda de un Estado de derecho.
Sin embargo, en el camino hacia la independencia y la justicia, se han enfrentado detractores y críticos que, en ocasiones, denostan y señalan sin fundamento. La determinación es inquebrantable y las metas son claras: un Tlaxcala donde prevalezcan los intereses legítimos del pueblo por encima de los intereses particulares.
Hoy la nueva historia no permitirá que los intereses individuales se antepongan a las necesidades y aspiraciones de nuestra comunidad. No habrá lugar para prebendas ni canonjías que socaven los principios de justicia y equidad que tanto valoramos. La independencia que buscamos es la independencia de influencias corruptas y el fortalecimiento de una sociedad justa y libre.
Hoy, celebramos 213 años de lucha, de resiliencia y de avances en nuestra búsqueda de la independencia y la justicia. Mantenemos vivo el legado de nuestros antepasados, y y por ello el gobierno de Tlaxcala se compromete a seguir trabajando incansablemente por un Tlaxcala en el que cada individuo sea respetado y protegido, y donde el bienestar de la comunidad esté por encima de cualquier interés particular.
Sigamos adelante, con la mirada fija en un futuro más justo y equitativo para todos los tlaxcaltecas.