• Héctor A. Villalva
La corrupción está siendo reemplazada por la transparencia y la justicia

Ayer Tlaxcala celebró el segundo aniversario del inicio de una nueva historia en Tlaxcala, una historia que está marcada por la determinación de poner fin a la corrupción y servir al pueblo con honestidad y lealtad. La llegada de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ha sido un punto de inflexión en la lucha contra los vicios que han dañado profundamente las finanzas de nuestro estado.

Para lograr este propósito, la gobernadora tuvo que tomar decisiones complejas desde el principio. Decidió despedir a los corruptos y denunciar a aquellos que habían robado al pueblo. A pesar de las protestas y las marchas que incomodaron a quienes estaban acostumbrados a la impunidad y la corrupción, la gobernadora perseveró en cumplir la voluntad del pueblo.

Uno de los primeros pasos valientes fue eliminar el fuero para la Gobernadora, magistrados y diputados, enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley. Además, se creó la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica en Tlaxcala, lo que permitió iniciar procesos legales contra exservidores públicos corruptos.

La administración de Cuéllar Cisneros no solo se enfocó en castigar la corrupción, sino también en mejorar la vida de los tlaxcaltecas. Se acabaron los excesos y privilegios de unos pocos, lo que permitió ampliar los programas de bienestar social. En solo dos años, más de 80 mil tlaxcaltecas han abandonado la pobreza y 113 mil ya no padecen hambre, gracias al cierre de la brecha en el acceso a la sana alimentación.

Además, se abordaron problemas sociales que habían sido ignorados durante más de dos décadas, problemas que solo ampliaban las brechas de desigualdad y generaban conflictos. Cuéllar Cisneros tomó medidas audaces para poner orden en casos tan añejos.

Uno de los ejemplos más notorios es la crisis en Pensiones Civiles, que afectaba a trabajadores, pensionados y jubilados. El gobierno implementó Nuevos Módulos Médicos de Salud Integral, un servicio que ha beneficiado a nuestros trabajadores y a quienes han dado años de servicio al Estado y la Educación.

Hoy, Tlaxcala es testigo de un cambio significativo. La corrupción está siendo reemplazada por la transparencia y la justicia. La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ha demostrado que es posible transformar nuestro estado en beneficio de todos. Este segundo aniversario es un recordatorio de que cuando se toman decisiones valientes y se sirve con integridad, el progreso es posible, y la corrupción puede ser derrotada.

Esperamos que este camino de transformación continúe y que Tlaxcala siga avanzando hacia un futuro más brillante y equitativo bajo el liderazgo de la gobernadora Cuéllar Cisneros.