• Rodolfo Moreno Cruz
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La conquista europea dejó cicatrices no solo en los pueblos indígenas, sino que también tejió un oscuro tapiz de sufrimiento entre aquellas personas arrancadas de sus hogares en Sudán, el Congo, Guinea y otras tierras distantes, quienes fueron forzadas a un viaje de esclavitud que los llevaría hacia un destino incierto y tormentoso.

Explica Matthew Restall en su libro “Entre mayas y españoles. Africanos en el Yucatán colonial” que la mayoría de los africanos que sufrieron el traumático viaje transatlántico hacia las Américas fueron vendidos en grupos grandes, que iban desde decenas hasta centenares, y se destinaban principalmente a trabajar en plantaciones de azúcar y otras labores en Brasil y el Caribe. Un porcentaje menor, permaneció en la América española, no como esclavos en plantaciones, sino como sirvientes domésticos o en roles auxiliares para los españoles en actividades relativamente secundarias (p. 35). El propio autor, al narrar la historia de la española María Dolores Molina reflexiona sobre la cosificación de las personas afrodescendientes de esta manera: en 1818, tras el fallecimiento de doña Margarita Joaquín Molina, miembro de la élite española yucateca, se llevó a cabo un detallado inventario de su vasta hacienda, valorada en aproximadamente 10,000 pesos. Este inventario incluía una categoría peculiar llamada "Piezas de esclavo," un término que se usaba ampliamente en el imperio para referirse a los esclavos. Un esclavo en condiciones normales se consideraba una "pieza" completa, mientras que otros, dependiendo de diversos factores como su edad, salud y habilidades, se clasificaban como fracciones de una "pieza." (p. 66-67).

Por su parte, la Dra. América Nicte-ha López Chávez en su tesis doctoral “Afrodescendientes en América Latina”, comenta que la ruta de envío de esclavos era la siguiente: después de su secuestro eran enviados a ciudades europeas para ser cristianizados. Pero después la propia demanda de las actividades ocasionó que en 1518 “Carlos V expidió la primera licencia monopolista para Laurent de Gouvenot. La licencia eliminaba intermediarios y le permitía llevar a 4.000 esclavos africanos bozales es decir, tomados directamente de África, con el compromiso de cristianizarlos en América” (p. 31). Este mismo autor señala que “En las zonas que han sido identificadas como las principales exportadoras de esclavos africanos, se encuentran las familias lingüísticas mandé y bantú (p. 35) y agrega un dato digno de ser subrayado: “los africanos que llegaron a la Nueva España… Eran personas cualificadas, con habilidades artísticas y técnicas e incluso, pertenecientes a familias reales” (p. 35).

En México la presencia de afromexicanos es importante. El INEGI reportó que se reconocen como personas afromexicanas el 2 % de la población total del país. A pesar de dicha importancia el pueblo afromexicano no había sido reconocido en la Constitución Política. Fue hasta el 9 de agosto del 2019 cuando se incluyó el apartado C del Artículo 2 Constitucional que ahora prescribe: “esta Constitución reconoce a los pueblos y comunidades afromexicanas, cualquiera que sea su autodenominación, como parte de la composición pluricultural de la Nación”. El siguiente paso en este reconocimiento es el de la armonización legislativa.

La "armonización legislativa" es un proceso mediante el cual se buscan coordinar las leyes para crear un marco legal coherente y uniforme en un área específica. El objetivo principal de la armonización legislativa es eliminar conflictos, contradicciones o duplicaciones en las leyes y regulaciones

vigentes, lo que facilita la aplicación eficiente y efectiva de la legislación. Dicho de otra manera: las reglas de las leyes vienen de diferentes lugares y a veces son confusas o diferentes entre sí. Entonces, lo que haces es tomar todas esas reglas y tratar de hacer que sean más parecidas y fáciles de entender, para que funcionen mejor juntas. Pongamos un caso: la Ley General de Salud en su artículo 3º. Fracción IV bis dispone que “en los términos de esta Ley, es materia de salubridad general: El programa de nutrición materno-infantil en los pueblos y comunidades indígenas;” para armonizar ese artículo ahora debe decir: “en los términos de esta Ley, es materia de salubridad general: El programa de nutrición materno-infantil en los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas”.

En el Congreso de la Unión se trabaja actualmente sobre el proceso de armonización legislativa para el reconocimiento de los derechos del pueblo afromexicano. Se han propuesto un total de armonización de 50 leyes entre las que destacan la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; Ley de la Fiscalía General de la República; Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Sin duda que es un acierto y una obligación realizar la armonización. Sin embargo, se detecta que dentro de dicha armonización se han colocado temas que van más allá de la armonización y ameritan ser llevados a consulta con el pueblo afromexicano. Por ejemplo, uno de ellos es el tema del reconocimiento a traductores de la lengua afromexicana. Pues aquí es necesario preguntarse si hay una lengua afromexicana. Hay una discusión vigente sobre este tema. Algunas personas consideran que la lengua afro es el criollo afrosemínola o el bozal, pero en todo caso esta disputa la debe resolver el propio pueblo afromexicano.

En suma: el Congreso de la Unión debe trabajar con cautela. Hay temas en donde la armonización justifica por sí misma la armonización, pero hay otros en donde debe hacerse una Consulta previa libre e informada, de buena fe y culturalmente adecuada.