La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros envío al Congreso del Estado su iniciativa de paquete económico, dentro de la cual se encuentra la Ley de Ingresos del Estado de Tlaxcala para el ejercicio fiscal 2024.
La Ley de Ingresos es el instrumento jurídico mediante el cual se establecen las fuentes de ingresos y los recursos que anualmente son necesarios para satisfacer los requerimientos y demandas de la población tlaxcalteca, que permitan garantizar el respeto absoluto a los principios fundamentales de proporcionalidad, equidad y legalidad consagrados en nuestra Constitución Política.
La iniciativa ya está siendo analizada en el Poder Legislativo, del cual formo parte. Considero, sin embargo, que es una propuesta objetiva, responsable y comprometida con el bienestar de las familias tlaxcaltecas.
En mi opinión, lo es porque busca que las familias tengan mejores oportunidades de vida, que aumente el ingreso familiar, que las personas puedan pasear, comprar y desplazarse con mayor seguridad, que la población tenga mayor confianza en el manejo que el gobierno hace en temas prioritarios como la salud, educación y prestación de servicios.
Esta Cuarta Transformación busca cambiar la vida pública de Tlaxcala, romper añejos estilos y dañinas prácticas de corrupción, mentira y gasto sin sentido social. Evitar conservar un gobierno rico, con un pueblo pobre, es una premisa fundamental para cambiar el gobierno, reconstruirlo con nuevos elementos, darle una nueva identidad, una forma distinta al neoliberalismo y con raíces claras en la gente.
Una de las estrategias que el gobierno estatal plantea en su iniciativa de Ley de Ingresos es reducir la dependencia que tiene nuestro estado de las participaciones y aportaciones federales, así como la que, a nivel local, tienen los municipios con el gobierno estatal. Estoy de acuerdo en que sólo de esta manera se obtendrá una mayor autonomía hacendaria, involucrando a los diferentes niveles de gobierno a un ejercicio más comprometido de sus facultades de recaudación y fiscalización. También se podrá orientar la tendencia hacia el fortalecimiento de las finanzas públicas.
Los objetivos del gobierno estatal en materia de planeación, programación y presupuestación, consideran metas en ingresos prudentes y realistas. En ese sentido, ha mantenido el equilibrio y la solidez de sus finanzas públicas, fortaleciendo la recaudación de ingresos y racionalizando el gasto para atender los planes estratégicos en materia de seguridad, salud, bienestar social y recuperación económica.
En lo que se refiere a la recaudación, es bueno saber que ante un panorama económico que puede presentar riesgos en el corto y en el mediano plazo, el gobierno estatal no prevea la creación de nuevos impuestos, ni el incremento de los ya vigentes. Eso implica la implementación de una política fiscal que favorezca el financiamiento del gasto público, permitiendo eficientar la administración y recaudación de las diferentes fuentes de ingresos.
La calidad en la gestión pública con eficacia y eficiencia, así como la rendición de cuentas responsable y transparente de las finanzas públicas en la gestión gubernamental, ha sido fundamental en los dos últimos años para fortalecer la credibilidad de los tlaxcaltecas en su gobierno.
Además, la actual administración mantiene su política de cero deudas, como un ejemplo a nivel nacional, observando principios de disciplina y responsabilidad presupuestaria, lo que ha ubicado a Tlaxcala con un cero por ciento como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) Estatal en nivel de endeudamiento. Somos el único estado a nivel nacional que no es objeto de la medición del Sistema de Alertas, toda vez que no cuenta con financiamientos y obligaciones inscritas en el Registro Público Único.
En esa perspectiva, se observa un buen escenario para Tlaxcala.
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