Recientemente acudí a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) para exponer dos temas de interés a los alumnos de Quinto Semestre: Comunicación e Inteligencia Artificial.
Ambos conceptos no son nuevos en los estudiantes, sin embargo, el enfoque fue invitarlos a la reflexión y conocer de qué forma se emplean las diferentes herramientas para realizar su labor lo mejor posible.
Al estar frente a ellos, recordé cuando fui alumna, vino a la memoria que cada profesor generaba en mi, desde temor hasta aburrimiento, todo dependía de la materia que daban.
Durante mi formación, las Ciencias Exactas siempre las consideré cultura general; mientras que las Ciencias Sociales llamaron mi atención, también las artes y un poco el deporte.
La forma en que me impartieron clases se dio de manera tradicional, donde el alumno escucha, escribe y estudia para el examen o en aprender de memoria una melodía para obtener una calificación.
Cuestionaba los métodos de aprendizaje, no quería pasar tanto tiempo en materias que, según yo, no me aportarían, al final todo conocimiento resultó útil, pero dudaba del enfoque pedagógico.
Me causaba molestia la forma en que los profesores calificaban el grado de aprendizaje, el cual me parecía injusto y muchas veces con favoritismos.
Y de repente, estaba ahí, en un salón de clase, diciéndoles a los próximos pedagogos que ellos tienen la oportunidad de cambiar el método de enseñar, revolucionar y reeducar a las futuras generaciones.
Ellos serán quienes elaboren las nuevas teorías de la educación, algunos comenzarán por dar clases y adquirir experiencia, otros, elegirán un rumbo diferente para aportar algo nuevo a la estructura escolar.
En cualquiera de los dos casos, reflexioné junto con ellos en la importancia de comunicar correctamente y en apoyarse en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para lograr su meta.
Me dio gusto encontrar a alumnos preocupados por la enseñanza en el país, manifestaron que los niños deben ser conducidos de otra forma para que no se queden en simples video jugadores, faltos de lectura.
El mundo es de ustedes, los pedagogos y estoy segura que, realizarán un excelente desempeño en el lugar donde les toque realizar su labor: innovar la educación para mejorar el mundo.