Resultó respondón sin responder el ahijado de la gobernadora y secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández. Toda una paradoja.
No quiso responder bien a bien los cuestionamientos de la prensa sobre el tema en boga entre la sociedad tlaxcalteca: la inseguridad.
Pero sí quiso “orientar” la “agenda del día” que era preguntar “por el presupuesto” estatal 2025 al secretario de Finanzas y no estarle incomodándolo con cuestionamientos que evidencian su incapacidad o complicidad.
Y no sólo quiso decirle a la prensa que hacer, como hacer, sino que más que sugerir, exigió a los medios hacer un trabajo comparsa al discurso gubernamental, al tiempo que recriminó a periodistas que no le siguen la corriente, porque se afanan en informar de la realidad que viven los tlaxcaltecas en medio de la inseguridad pública.
Y aunque afable, aparentando serenidad y queriendo ser ecuánime, el responsable de la gobernabilidad resultó muy respondón al cuestionar a los periodistas, pero sin responder a lo que se le preguntó y que es su obligación contestar.
Se contradice al pedir enfocarse al presupuesto, pues la pregunta de la compañera Fabiola sobre la licitación y costo de las camionetas blindadas de los altos funcionarios del gobierno del estado, era precisamente sobre el gasto del presupuesto
¿O si no, para que fue a un evento que no incumbe a su secretaría?
¿Por qué quiso robar cámara al secretario de Finanzas, quien siempre encabeza la entrega del presupuesto al congreso local?
Pero principalmente ¿Por qué evade las preguntas sobre la evidente presencia de crimen organizado en Tlaxcala, aun contradiciendo al gobierno federal?
Lo peor es que quiere dar lecciones de periodismo “recomendando” qué informar, cuándo, a quién entrevistar y cuál es la acepción de las palabras y los conceptos.
ESGRIMA…
LA PASTORA PASTOREANDO
Una imagen dice más… y eso vemos en la tercera ocasión en que doña Beatriz Paredes Rangel aparece públicamente en acto político acompañada de otros exgobernadores.
Como fue en la fotografía que envió comunicación social del gobierno, cuando nombra embajadores de “buena voluntad” a Héctor Ortiz, Marco Mena y Alfonso Sánchez Anaya para la celebración de los 500 años de la ciudad de Tlaxcala.
Ojo, no se incluye a la exgobernadora, pero ahí está presente al centro, “pastoreando” a sus sucesores, lo cual no dice mucho, más que sus elocuentes discursos: ella es quien marca el rumbo.
Me decía el hombre más cercano a la exsenadora, exdiputada, exembajadora y exprecandidata presidencial, cuando le preguntaba por qué doña Beatriz no aparecía en las listas plurinominales al Congreso de la Unión de este año, que ella se tomaría “tres años sabáticos” para concretar sus pendientes, como su libro autobiográfico.
Cuando algunos actores políticos desdeñan la operatividad de Paredes Rangel por no tener cargo público, respondo que no habría que descartar que “ahora está aquí en Tlaxcala” y un tanto ociosa, políticamente hablando.
Dos botones de muestra: una es el asalto a la dirigencia del PRI estatal vía su consentido Enrique Padilla y la otra es el pastoreo de los exgobernadores y la actual gobernadora, rumbo a al sucesión de 2027.
ESTOQUE
Un verdadero caos el IMSS bienestar en Tlaxcala, el titular del OPD Gabriel Gutiérrez es un adorno, un burócrata más que nadie respeta ni obedece, ni médicos ni personal de apoyo y administrativo, que no logra que funcione el bodrio institucional de salud en los mínimos parámetros de calidad.
Lo malo de esta deficiencia burocrática cuestan vidas humanas.
Solo diré que estábamos mejor cuando estábamos peor.