Sin duda que se ve la mano de la experiencia política en Tlaxcala con la “resucitación” del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cierto que no estaba muerto, pero tampoco andaba de parranda, porque sí se escuchaban sus estertores.
Primero recuperó su presencia en el Congreso del Estado con la adquisición de la diputada Sandra Aguilar Vega, toda vez que el tricolor estuvo fuera del Poder Legislativo por dos meses luego del abandono y traición de Blanca Águila Lima.
El PRI estuvo en riesgo ser borrado del Legislativo local en 2018, pero se salvó con la diputación plurinominal de Zonia Montiel Candaneda, que por poco, con maña y del último momento le arrebataba el PAC con Serafín Ortiz.
En 2021 el PRI logró tres curules locales, pero terminaron en Morena: una -Diana Torrejón- oficialmente al ser candidata de Morena a alcaldesa de Tlaxco; el otro -Fabricio Mena- veladamente al incorporarse como secretario de Turismo del gobierno estatal guinda; la última -Blanca Águila-, soterrada pero ya es morenista.
La unción de Enrique Padilla Sánchez como presidente del Comité Directivo Estatal del priismo, es una desfibrilación más que de una oxigenación, ya que Ernesto García Sarmiento solo mantuvo en estado vegetativo un partido que dejó tirado Anabell Ávalos Zempoalteca.
Estos tres últimos dirigentes del PRI lograron esa posición por la gran recomendación de la matriarca política Beatriz Paredes, quien negociadora como es, cada vez está más cerca de Morena y sus gobiernos estatal y capitalino.
Por eso no se espera que vuelva el otrora “esplendor del PRI”, sino más bien la recuperación de algunos espacios legislativos y municipales en la próxima elección, bajo la política de intercambio de apoyos y plazas electorales.
Además, habrá que ver a un PRI comparsa legitimando los movimientos de Morena, incluso aliándose con el partido que “cache” al candidato a la gubernatura desplazado en el morenismo en 2027, consolidando así al PRIMOR en Tlaxcala.
ESGRIMA…
PRIMERA RECTORA
Hoy que la comunidad de la máxima casa de estudios de Tlaxcala sufre una incertidumbre muda por falta de liderazgo, que surge una clandestina anarquía de mandos, que se anhela “la luz del faro” y la dirección del “capitán”, de acuerdo con lo dicho por el editorial de la Jornada de Oriente, se abre la puerta, por lo menos el debate, sobre un relevo en la rectoría de la UATx.
Polémica siempre la designación del actual Serafín Ortiz Ortiz, recordemos la modificación de la ley orgánica de dicha universidad en el Congreso del Estado en 2009 para ampliarle su mandato, en medio de un sainete con apoyo de porros universitarios, cuyo dictamen legislativo fue impugnado.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional dos años más tarde el alargue del rectorado del doctor Serafín e ilegales sus actos, como avalar firmando los títulos de varias generaciones de profesionales. Para entonces el susodicho ya había abandonado la rectoría, inquieto por la candidatura electoral para suceder a su hermano.
Cuál fue la intención de quien escribe el editorial de dicho diario local, no sé si nostalgia por aniversarios con bombo y platillo, o si dar voz a tales inquietudes del personal de la UATx, o preparar el terreno para un relevo anticipado del Rector.
En tanto unos y otros dan significado a ese escrito creyendo que lo que se pide al publicar “el regreso del capitán”, es clamar por un cuarto periodo como rector de Héctor Ortiz Ortiz, sin duda guía de la Universidad, ahora que lo ven “en los pasillos” cuando acude a sus horas clase, no obstante su posición como diputado es más rentable políticamente.
No dejaría su curul por la rectoría.
Lo que sí se pudiera suceder, es que en tiempo de mujeres, haya una propuesta cupular de nombrar una PRIMERA RECTORA de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, y doña Beatriz Elena Paredes Rangel, bien podría aceptar humildemente la culminación de sus tantas distinciones en el servicio público.
Ya lo ensayaron con el diplomado “sobre la evolución del Estado” que dictó en al UATx, embolsándose una buena lana y palpando la pleitesía universitaria a su figura de “Doña”.
ESTOQUE
PRIMERA RUBIA MORENA
El Consejo político de Morena Tlaxcala madrugó con la designación de Marcela González Castillo, quien con tal meteórica carrera política, puede ser que rebase por la izquierda a otras candidatas en caso de que la equidad pida candidata.
Incluso a su propio candidato puede rebasar por la derecha también, al tener por su relación familiar, un buen enlace con quien puso al “nuevo” dirigente de ese PRI esplendoroso que pretender regresar.
De mientras, la ahora presidenta estatal de Morena mostró madurez al enfrentar en entrevista con uno de sus más ácidos críticos, donde expresó que está consciente de que esta dirigencia le puede durar solo hasta que termine la reafiliación al final de 2025 y la dirigencia nacional ordene renovación de comités.
Solo un año tiene para consolidarse o para que le busquen nuevo cargo.