La semana que termino, me llamaron la atención algunos puntos que tocó la gobernadora Lorena Cuéllar durante una entrevista con la periodista Mónica Garza, del medio nacional La Razón. Esto ocurrió a pocos días de su tercer informe de gobierno. El tema principal, para mí, fue la denuncia pública de la gobernadora sobre un supuesto atentado en su contra, presuntamente orquestado por el exgobernador Mariano González Zarur. Sin duda, es una acusación temeraria, ya que no ofreció detalles sobre cómo sucedió ni quién le proporcionó la información. Hasta el momento, el exdirigente estatal del PRI no ha dado respuesta al señalamiento, por lo que el tema no puede considerarse concluido. El señalamiento tiene nombre y apellido, y considero que González Zarur no se quedará callado. Él debería ofrecer una explicación a la sociedad tlaxcalteca, ya que ha sido funcionario público y líder partidista.
En cuanto a la gobernadora, me pregunto: ¿por qué abordar este tema a la mitad de su gestión? Pudo haberlo denunciado en el momento en que le informaron, especialmente considerando que fue cercana al expresidente Andrés Manuel López Obrador, lo que podría haber facilitado que se actuara conforme a la justicia, en caso de que realmente hubiera un atentado en contra de su vida.
Hoy, tres años después del inicio de su gestión, el tema se aborda a nivel nacional, cuando el panorama político ha cambiado. Primero, Mariano González está alejado de la política y se dedica a sus negocios, como afirmó en una reciente entrevista en FM Centro. Segundo, no debemos olvidar que su nuera e hijo, Mariano Jr., ya no pertenecen al PRI. Sin embargo, la excandidata al gobierno del Estado de México ahora es funcionaria en la administración de la Dra. Claudia Sheinbaum. Si González Zarur decide emprender acciones legales con el respaldo de su equipo jurídico, la gobernadora podría enfrentarse a serios problemas.
Otro tema tratado en la entrevista fue el asesinato de la madre de la gobernadora. Existen diversas versiones sobre quién cometió el crimen. En lo personal, considero que el equipo encargado de manejar la imagen y la comunicación de la gobernadora debió sugerir a la periodista y a su jefa abordar temas de mayor relevancia gubernamental. Esto habría fortalecido el trabajo de su administración y recuperado la confianza de la sociedad tlaxcalteca. Abordar el asesinato de su madre, en este momento, parece fuera de lugar. Ahora que la gobernadora lo ha mencionado,
la Fiscalía General de Justicia debería reabrir el caso y esclarecer quiénes son los responsables del crimen y si han enfrentado las consecuencias legales.
Un tercer punto que me llamó la atención fue la pregunta de Mónica Garza sobre quién asesora a la gobernadora. La periodista insinuó si su esposo era su asesor, y ella confirmó que sí. Aunque esto no necesariamente es malo, en una época donde las mujeres buscan empoderarse y tomar decisiones independientes, esta declaración puede percibirse como una traición a la lucha por la igualdad de género. Si la gobernadora no toma las decisiones por sí misma, entonces en Tlaxcala parece gobernar un hombre tras bambalinas.
En otro tema, se inauguró el Segundo Congreso del Nuevo Modelo Educativo Tlaxcalteca, un evento que reunió a miles de maestros, alumnos y padres de familia. Sin embargo, lo que se esperaba como un gran evento resultó ser un rotundo fracaso. Los organizadores demostraron falta de capacidad para planear y ejecutar un evento de esta magnitud. Muchos maestros solo acudieron como observadores, ya que las plataformas se saturaron. Ojalá que para el próximo año haya una mejor planeación y que los funcionarios educativos asuman su rol para organizar un evento que realmente apoye el proceso enseñanza-aprendizaje.
Por otro lado, destacó el informe de los primeros cien días de gobierno de Alfonso Sánchez García, presidente municipal de la capital. La presencia de la gobernadora, junto con los exgobernadores Héctor Ortiz y Marco Mena, dio fuerza al proyecto político de Cuéllar rumbo al 2027. Aunque las obras y acciones del edil pasaron a segundo plano, el mensaje principal fue de unidad en torno a Sánchez García. La gran ausente fue Beatriz Paredes, quien parece estar evaluando cuidadosamente sus movimientos de cara al relevo gubernamental.
Finalmente, expreso mi apoyo a los ciudadanos de Sinaloa, quienes enfrentan una ola de violencia. Según comentarios periodísticos, su gobernador podría estar involucrado en esta crisis al apoyar a ciertos grupos del crimen organizado. Ojalá que los sinaloenses exijan su destitución para resolver los problemas de inseguridad.
Antes de concluir, agradezco a mis familiares y amigos por sus felicitaciones y buenos deseos por un año más de vida. Gracias, Señor, por permitirme vivir tanto lo bueno como lo malo, pues estas experiencias me han ayudado a crecer como persona. Que Dios los bendiga siempre.