• Carlos Augusto Pérez Hernández
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A 100 días de gobierno de la doctora Sheimbaum, es evidente que se trabaja en favor de la continuidad, y sobre todo en profundizar el modelo de desarrollo con justicia social que impulsó el presidente con más resultados positivos de los últimos 70 años: Andrés Manuel López Obrador. 

Vivimos tiempos extraordinarios, de profundos cambios favorables en nuestro país.


Entre septiembre y diciembre del 2024, desde todas las trincheras de la Cuarta Transformación se impulsaron y aprobaron 12 reformas constitucionales y otras 16 a leyes que establecen el reconocimiento de diferentes garantías:

  • El reconocimiento y derechos plenos de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos
  • El derecho del Estado mexicano a usar las vías para ferrocarriles de pasajeros
  • La recuperación de Pemex y CFE como empresas del pueblo de México, después de su privatización
  • Los programas sociales se hicieron derechos para el bienestar
  • Se reconoció el derecho a la vivienda
  • Se aprobó que el salario mínimo debe aumentar siempre, más que la inflación
  • La desaparición de algunos organismos autónomos, aunque sus funciones permanecen y se mejoran
  • El fortalecimiento de la Guardia Nacional
  • El aumento de las capacidades de inteligencia e investigación 
  • La protección y el no maltrato a los animales 
  • El reconocimiento constitucional de derechos de las mujeres a la igualdad sustantiva, así como el derecho a una vida libre de violencia, además de que se estableció que, a trabajo igual, salario igual.

Pero además de lo que se ha logrado en materia legislativa, hay otros avances que abonan a la justicia social para los sectores históricamente más desfavorecidos: 

en el 2025, por primera vez en la historia todas las comunidades indígenas y afrodescendientes tendrán un presupuesto para infraestructura social, que  aumentará año con año y que será ejercido de manera directa, a partir de su decisión en asambleas.
En diciembre pasado, el gobierno entregó dos decretos de restitución y reconocimiento de propiedad comunal tradicional por 2 mil 178 hectáreas, a favor de las comunidades rarámuris de la sierra tarahumara en Guasachique y Bosques de San Elías Repechique. 

También se continua con caminos artesanales y planes de justicia, además de que se puso en marcha el programa de apoyo a mujeres artesanas indígenas que incluye la defensa de sus diseños. 

Otro importante logro tiene que ver con el agua; recientemente se firmó el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad con los gobiernos de las 32 entidades federativas, municipios, Distritos de Riego, empresas, pueblos originarios y autoridades de universidades públicas y privadas. 

Con la firma de este Acuerdo las principales empresas con concesiones de agua y 64 Distritos de Riego cedieron más de 3 mil millones de metros cúbicos a las aguas nacionales. 

Para ponerlo en contexto, esto equivale al consumo total de la Ciudad de México durante tres años completos.

Este tipo de acciones sin duda permitirán profundizar el legado de nuestro querido expresidente Andrés Manuel López Obrador y el proceso histórico conocido como la Cuarta Transformación; ahora retomado por una gran mujer, la primera PresidentA de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien ratificó su compromiso por seguir trabajando por el bienestar de México y los mexicanos, además de defender con alma, corazón e inteligencia la soberanía del país.