• Marco Antonio Muñoz Sánchez
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Como tlaxcalteca durante décadas he escuchado por parte de las autoridades estatales en turno sobre los logros y bienestar económico de los que “goza” nuestra entidad federativa, amén de ser la más segura del país. Lamentablemente existe información que contradice lo anterior, ¿Alguna vez te has preguntado por qué los salarios en Tlaxcala son tan bajos? ¿O por qué es difícil consolidar un negocio propio con altas ventas o demanda de su servicio? Al compararnos con otros estados de la República nos percatamos de su baja dinámica económica y prosperidad; tenemos deficiencias en infraestructura de comunicación terrestre, en salud -hospitales con suficientes camas y medicamentos-, pocas áreas recreativas -parques públicos, reservas naturales o espacios para practicar deportes-. A mi juicio Tlaxcala ha carecido de un sólido proyecto económico a largo plazo que lo impulse y distinga de otros gobiernos regionales, la carencia tanto de una visión de estado como del diseño y aplicación de políticas públicas ad hoc han sido por años la causa principal de nuestra situación actual.

¿En qué me baso para afirmar lo anterior? De acuerdo con el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) -uno de los principales centros de pensamiento e investigación en política pública del país-, la prosperidad y bienestar de los habitantes de una región se puede medir mediante diversos lentes, uno de ellos es la competitividad, y es mediante ésta que podemos comparar si las políticas públicas o las decisiones sexenales de gobierno han sido acertadas, mediocres o fallidas.

De acuerdo con el IMCO existen 10 factores con los que se puede calificar el desempeño de un país y de un gobierno subnacional; en este primer artículo abordare 3 de ellos. El primer factor se relaciona la cantidad de riqueza que Tlaxcala aporta al país es decir, qué porcentaje del PIB se genera en nuestro territorio. El PIB (Producto Interno Bruto) es un indicador nacional que mide la riqueza generada en un país por sus factores productivos –producción agrícola, fábricas, comercios, empresas de servicios-, durante un año. Así, de acuerdo con cifras de INEGI en su Comunicado de prensa número 741/24 señala que la aportación de Tlaxcala al total de la riqueza producida en México en 2023 fue de apenas el 0.6 por ciento, la más baja del país; en contraparte la entidad federativa que más aportó fue la Ciudad de México con 14.8 por ciento del total. En consecuencia, la primera calificación sobre el desempeño de nuestra entidad en materia de creación de riqueza es reprobatoria, somos un estado con una productividad ínfima y de los que menos ingresos aportan a su nación.

Ahora bien, El segundo factor que muestra lo golpeado que está nuestro estado, es el llamado PIB per cápita (o PIB por habitante), que es el resultado de dividir el PIB nacional expresado en moneda nacional entre el número de habitantes de un país; en palabras simples: si toda la lana que se genera en Tlaxcala en un año se dividiera entre sus habitantes ¿de a cuánto nos tocaría? De acuerdo con el IMCO en el año 2023 nos tocó de a $105,365.00 por habitante, ubicándonos como la tercera entidad federativa con menos ingresos anuales en todo el país. Además, en términos del ingreso promedio de trabajadores de tiempo completo, Tlaxcala con un monto promedio mensual de $6,888.00, ocupó el lugar número 30 de 32 estados en la República o sea de los 3 estados en que menos ganan sus trabajadores.

El tercer factor que prueba nuestra precariedad es la tasa de informalidad laboral en nuestro estado: en este rubro se incluyen los trabajadores tlaxcaltecas de los sectores público o privado que no fueron dados alta en el Seguro Social, que carecen de prestaciones de ley o de inscripción a algún régimen de pensiones; se incluyen aquí los servidores públicos contratados por honorarios o por tiempo determinado que carecen de Seguridad Social. Pues bien, Tlaxcala en el 2023 tuvo una informalidad laboral del ¡71%!; consecuentemente sólo 29 de cada 100 trabajadores gozó de un trabajo digno con todas las protecciones y beneficios de ley hecho que nos ubicó en el precario lugar 28 de 31 estados¸ es decir somos uno de los cinco estados más rezagados y vapuleados en materia laboral. En mi próximo artículo agregaré otros tres temas que confirman la fragilidad económica y de bienestar en Tlaxcala, posteriormente ofreceré posibles alternativas que, de acuerdo con especialistas, pudieran fortalecer su desarrollo económico y humano en caso de aplicarse.