La gobernadora de Tlaxcala Lorena Cuéllar Cisneros debería estar en alerta tras los recientes hechos en el estado donde en menos de un mes se han registrado un considerable número de linchamientos o de intentos de linchamiento y una serie de hechos políticos que debería llevarla a preguntarse ¿dónde está su secretario de gobierno?
Este fin de semana, nuevamente se volvió a presentar un nuevo intento de linchamiento el cual afortunadamente no pasó a mayores pues ahora si no falló el protocolo pero lo peor es que se trataba de una ciudadana inocente. ¿Y los funcionarios de la Secretaría de Gobierno? Bien gracias.
También este fin de semana se dieron destapes en el Partido del Trabajo con la diputada federal Irma Yordana Garay Loredo a través del ex diputado local Miguel Ángel Covarrubias, el cual presumió la ‘larga trayectoria’ de la diputada federal del PT, mermando así la fortaleza de la 4T y enviando un claro mensaje de pulverización de las fuerzas políticas en el estado. Nuevamente nos preguntamos ¿dónde está la operación política de la Secretaría de Gobierno?.
Estos dos escenarios que parecen no pasar a mayores, son una muestra de lo que aquí se ha venido comentando: la gobernabilidad del estado pende de un hilo.
Esto se debe a la falta de capacidad del actual secretario de gobierno Luis Antonio Ramírez que nos queda claro que no es tlaxcalteca, pues cualquier funcionario nacido en nuestra tierra, tendría de entrada la capacidad de controlar escenarios como los que acabamos de describir.
Los enanos le brincan a la gobernadora, no hay operación política en los municipios, en 1 de cada dos casos de linchamientos los protocolos apenas alcanzan a funcionar y cuando no funcionan ya vimos los resultados.
En tanto, el Secretario de gobierno anda provocando grillas en el gabinete de la gobernadora, generando divisiones y como lo citan en un prestigiado portal, está más preocupado por su notaría que en la gobernabilidad de Tlaxcala.
Pobre Tlaxcala.