La polémica elección del pasado domingo donde se votó por un ‘nuevo poder judicial’, dejó entrever la fragilidad de los suspirantes con miras al 2027 en Tlaxcala.
De entrada, la baja participación ciudadana reflejó que ni todo el poder de Morena pudo promover a las masas para salir a votar por sus propios verdugos, por lo que quedó exhibida la mentira de que ‘el pueblo bueno’ quería esa elección.
Por otro lado, las encuestas de los que suspiran a llegar a la silla local de Tlaxcala dejaron muy mal parados a personajes como Ana Lilia Rivera quien demostró que no tiene estructura para poder caminar tranquilamente en la próxima campaña.
¿Dónde están los votos de esos números en las encuestas que según ella presume en reuniones donde intenta convencer de que es la que puede ganar en 2027?
El domingo simplemente no aparecieron.
Por otro lado, la operación del morelense Luis Antonio Ramírez dejó ver sus limitaciones como operador político, pues genera más problemas de los que hay cuando su labor es todo lo contrario.
¿Qué cuentas le llevará a la gobernadora para que a su vez Cuéllar Cisneros suba la información a Claudia Sheinbaum?
¿Cómo justificará su 14.5% de participación ciudadana?
A esto se suma que Marcela González dirigente local del partidazo debe tener en alerta a su equipo ya que la movilización evidentemente no alcanzó el objetivo, lo que debe prender las alarmas en el búnker de Alfonso Sánchez García ya que o no hay estructuras reales o les jugaron la contra o algo sucedió.
Por eso nuevamente nos planetamos la pregunta ¿dónde están los votos de los números en las encuestas que presumen los suspirantes?
La respuesta usted la sabe estimado lector.
Otro dato revelador es que casos como el de Ana Lilia Rivera ha alcanzado el tope máximo de crecimiento, lleva un año en los mismos números y lejos de crecer parece que nadie quiere cerrar públicamente con ella acuerdos. La prueba fue el grotesco video que ella misma publicó donde se le observa acudir sola a votar, sin filas, sin gente que la cobije ni operadores que le llenaran el espacio para aparentar reflejar lo que las encuestas dicen.
A propósito del fracaso de estos personajes, llama la atención la aparición repentina de la Secretaria de Turismo Federal Josefina Rodríguez Zamora en la lista de las 100 mujeres más poderosas del país, contrastando con el ridículo de las políticas de nuestro estado que sólo hicieron el oso en la elección judicial.
Así sin mover aguas, apareció.
¿Serán señales divinas?
Como siempre amable lector, esas respuestas las tiene usted.