• Gaby Flores
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Durante mucho tiempo, quienes integran las filas de la policía han sido invisibles en Tlaxcala, y no por falta de presencia en las calles, más bien por el abandono institucional que los ha obligado a cumplir con su deber sin herramientas, sin protección y, muchas veces, sin reconocimiento. Dígame querido lector, ¿usted podría hacer su trabajo sin los instrumentos necesarios?

Sin embargo, el cuerpo de policías ha seguido ahí día con día, enfrentando la inseguridad con lo poco que se les ha dado, sosteniendo con dignidad una labor indispensable para el bienestar de los tlaxcaltecas.

Los datos hablan por sí solos en Tlaxcala Capital, en 2018 se adquirieron para la Policía Municipal de Tlaxcala, apenas 5 chalecos balísticos; en 2020, 8 más; y en 2022, solo 15, así como protección balística caduca. Es increíble que, durante años, las y los elementos salieron a las calles con nula protección, conscientes de que ponían en riesgo su vida sin que los gobernantes les respondieran con lo básico, aun así, no dejaron de cumplir su deber.

No obstante, esa oscura realidad comienza a cambiar, el presidente Municipal de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, entregó equipo táctico a la totalidad del estado de fuerza de la policía municipal en un acto de justicia laboral y una muestra de respeto a quienes cuidan a la población incluso en las condiciones más adversas.

Los 120 elementos de la policía capitalina han recibido uniforme nuevo, chaleco balístico, candado de seguridad y linterna táctica por parte de Sánchez García, y no, no ha sido una dádiva, es una reivindicación (que ya era urgente y necesaria) del derecho a trabajar en condiciones dignas, no se les podía exigir resultados cuando estaban trabajando sobre la precariedad.

“No es un privilegio cuidar a quienes nos cuidan, es un acto de justicia”, fueron palabras acertadas por parte del edil en medio de este evento, porque dignificar el trabajo policial mejora la eficacia operativa y refuerza la confianza entre autoridades y ciudadanía.

Hoy, la capital del estado no solo cuenta con el 100 % de su policía equipada, sino también con el 99 % de sus elementos capacitados y con el recién inaugurado Centro de Control y Comando (C2).

Esta fórmula “capacitación + equipamiento + inteligencia operativa”, representa un modelo integral que se espera se manifieste en mayor eficiencia, mejor atención ciudadana y, sobre todo, entornos más seguros.

Ahora, la expectativa está sobre la mesa, que este método de seguridad planteada por Sánchez García no solo funcione, sino que demuestre con hechos que otra forma de gobernar, más justa y con rostro humano, sí es posible.