• Valentín Lima
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La Senadora de Morena por el estado de Tlaxcala Ana Lilia Rivera parece ser que ha caído en la desesperación total ante la ineficiente campaña de convencimiento que se encuentra haciendo bajo el pretexto de realizar asambleas informativas, lo que ha motivado a cambiar a la estrategia de la victimización.

La semana pasada, la Senadora se volcó en una serie de acusaciones contra autoridades electorales de servir a los gobiernos en turno, lo que suponemos que incluyó al actual gobierno de la todavía poderosa Lorena Cuéllar Cisneros.

En ese sentido y montándose en el discurso oficial del régimen el cual busca una reforma electoral, la senadora se lanzó contra las autoridades del estado de Tlaxcala en materia electoral acusándolos de estar entregados a los gobiernos en turno y los señaló de no garantizar la imparcialidad.

Más firmemente también acusó al ITE de hacer ‘fraudes electorales’.

El discurso ya lo conocemos y lo enseñó por 3 campañas el ex presidente López Obrador y al parecer, la Senadora ha decidido montarse en la victimización, sin embargo, llama la atención que su estrategia ahora gire en ese sentido,

¿Por qué a más de dos años de la elección ha decidido sacar el discurso de fraude electoral y victimización?

¿El tope de las preferencias parece disminuir?

¿Qué la llevó a cambiar drásticamente de discurso para asumir el de eterna víctima?

Sólo la legisladora lo sabe, pero en comunicación política ese cambio de discurso nos hace pensar que las estrellas parece que no se le están alineando a la nacida en Calpulalpan.