• Felipe Hernández Hernández
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El pasado miércoles 24, los medios dieron cuenta de una entrevista con el secretario de seguridad estatal, quien a raíz de la publicación de los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) 2025, por el INEGI, cuestionó estos datos y pidió, entre otras cosas, contrastarlos con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En principio cabe señalar que el INEGI es una institución creada el 25 de enero de 1983 por decreto presidencial con el propósito de modernizar y unificar la captación, procesamiento y divulgación de datos estadísticos, geográficos y económicos. Es a partir de 2008 que obtuvo autonomía técnica y de gestión, siendo reconocido como un órgano constitucional autónomo.

Sus productos son reconocidos de manera incuestionable por su rigor científico, metodológico y capacidad técnica, los cuales son utilizados por académicos, científicos y funcionarios para orientar políticas públicas o acciones de gobierno. El INEGI, sin duda alguna, cumple cabalmente con el propósito de proveer a la sociedad y al Estado de información de calidad, veraz y oportuna para apuntalar el desarrollo nacional.

Su relevancia es tal que a partir del 17 de julio de este año asumió las atribuciones que tenía el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), por lo que ahora también tiene la función de medir la pobreza y evaluar la política de desarrollo social del país, la información que aporte será fundamental para la toma de decisiones de los tres niveles de gobierno a fin de que puedan diseñar e implementar políticas para reducir la desigualdad, la pobreza, el rezago social y la exclusión (INEGI, 2025).

Cabe destacar que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) 2025 se refiere a la victimización que afecta directamente a las personas y a los hogares en delitos tales como, robo de vehículos, robo en casa habitación, robo o asalto en la calle o en el transporte público, también se incluye el carterismo, fraude, extorsión, amenazas, lesiones, secuestros y delitos sexuales. Esta encuesta no incluye delitos como el narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustible y trata de personas.

Seguramente que la inconformidad del secretario de seguridad por los resultados que publica el INEGI es porque ponen en duda la efectividad de su responsabilidad social, ya que, de acuerdo con la ENVIPE durante 2024, Tlaxcala se ubicó como la tercera entidad del país con mayor número de personas afectadas por algún delito al registrar 30,498 casos por cada 100 mil habitantes.

También objeta la información del INEGI señalando que esta se basa en percepciones ciudadanas que pudieran ser subjetivas. Esta apreciación me llevaría a pensar que fue un error el reciente anuncio del Gobierno estatal de que, basado en cifras del INEGI, en Tlaxcala, se ha reducido la pobreza en casi 12 puntos porcentuales. ¿Él lo habrá descalificado también?

De acuerdo con el Diccionario Iberoamericano de Filosofía de la Educación publicado por el Fondo de Cultura Económica, la subjetividad es un concepto que sintetiza la idea de que la naturaleza o el mundo y nuestra forma de sentido dentro del espacio social esta constituido esencialmente por las opiniones, las creencias y los saberes de los sujetos, de tal modo que estas entidades subjetivas del conocimiento estarían fundamentando los códigos y usos de sentido de nuestra existencia.

Lo anterior significa que la percepción subjetiva, que descalifica el secretario, es en realidad producto de las opiniones que rodean al individuo y estas ocurren de manera inevitable en la interacción que tiene con los otros; pero también del conjunto de creencias que forman parte de la cultura social y comunitaria donde esta inmersa la persona y; por último, los saberes son el conjunto de conocimientos que se originan a través de los procesos formales e informales de educación en que participan los individuos.

Es suma, la subjetividad de los individuos se origina realmente a través de procesos objetivos y concretos que suceden en la vida comunitaria.

La apoteosis de su declaración hubiera sido citar los versos del poeta español Ramon de Campoamor, escritos en 1846: “En este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.