¿Quién hubiera apostado que la capital tlaxcalteca estaría en la mira de la ONU? Lo que parecía impensable hoy es un hecho. Tlaxcala capital fue reconocida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como uno de los 26 municipios de México con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Detrás de esta hazaña, hay un nombre, Alfonso Sánchez García, el alcalde que mientras otros se pierden en el ruido de la crítica fácil, él trabaja con rumbo y coloca a la capital en el mapa internacional, porque hay que aceptarlo, pocos veían venir este golpe de timón.
Entre más de 2,400 municipios del país, Tlaxcala aparece en el lugar número 9 del ranking, resultado de estrategia, planeación y una visión que mira más allá del trienio.
Pertenecer al PNUD es una credencial de seriedad ante el mundo. Este organismo de la ONU no reparte reconocimientos a la ligera, los otorga a los gobiernos que ponen a las personas en el centro de su gestión.
Así que estimados lectores, Sánchez García no solo posaba para la foto cuando lo vimos entregar un apoyo social, ni recitaba un guion político cuando habló de “primero los pobres”, esa frase tan repetida por los amantes de la 4T, tampoco era solo protocolo cuando lo vimos sembrar árboles, firmar convenios o hablar de crecimiento ordenado. Detrás de cada acción había una estrategia, un rumbo, así lo que muchos creyeron que era pose, terminó siendo política con propósito.
Mientras algunos siguen lanzando piedras desde la comodidad de la barrera, Sánchez García ha sabido invertir su tiempo en el desarrollo humano, la sostenibilidad y el fortalecimiento del tejido social, gracias a ello, Tlaxcala capital forma parte del primer grupo de Latinoamérica que impulsará políticas locales orientadas al bienestar humano.
Muchos apostaron a su fracaso, pero Alfonso Sánchez García les cambió el guion, le bastó con trabajo, rumbo y convicción. El alcalde da una cachetada con guante blanco a sus detractores, porque cuando los hechos hablan, la crítica se queda sin voz.

