A estas alturas, ya no hay dudas de que la gobernadora Lorena Cuéllar apuesta su resto a Alfonso Sánchez García. Varios hechos son los que se concatenan apuntando a esa dirección.
En primer lugar, el nombramiento de Víctor Cánovas como coordinador de la precampaña del alcalde de la capital tlaxcalteca, a sugerencia de la misma mandataria estatal.
Víctor Joaquín Cánovas Moreno cuenta con licenciatura en Administración de Empresas y también en Derecho. De una larga y obscura carrera en la administración pública, el nayarita fue, de 2005 a 2011, Jefe de la Oficina del entonces gobernador Héctor Ortiz Ortiz.
Portante de una camisa multicolor, a Cánovas Moreno no le importan afiliaciones partidistas. Es decir, no es fiel a un partido, sino a causas políticas particulares. Quienes lo conocen saben de su paso por las administraciones de Rafael Moreno Valle y Héctor Ortiz Ortiz, y más recientemente de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Y también saben de sus escándalos, como aquel en el que fungiendo como consejero electoral en el estado de Puebla, renunció después de descubrírsele, con la divulgación de fotografías y audios, apoyo manifiesto a Gustavo Madero Muñoz como dirigente nacional del PAN.
Habría que recordar que ese escándalo alcanzó al gobierno de Rafael Moreno Valle, pues en una grabación que se hizo pública en aquel tiempo se le escuchaba al consejero electoral en Puebla, Víctor Cánovas, presentarse como enviado del gobernador pidiendo a panistas apoyo para Gustavo Madero.
Metido en ese y otros escándalos- como la instalación de un búnker operativo en Casa Aguayo, sede del gobierno poblano en los tiempos del mismo Moreno Valle-, a Víctor Cánovas se le conoce una buena relación con empresarios, sobre todo poblanos, a tal grado de prometer obra pública en Tlaxcala una vez que Lorena Cuéllar llegara a la gubernatura.
Inexperto en la política como es, Alfonso Sánchez García ha dejado todas sus posibilidades en manos de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien para ello trae un acuerdo político con el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, padre del alcalde de la capital. Lo que ha trascendido es que una de las hijas de la mandataria estatal sería promovida como una de las aspirantes a la presidencia municipal de Tlaxcala, aunque la prohibición del nepotismo en los estatutos de Morena dificulta esa posibilidad.
Eso no implica que la mandataria trabaje en su cometido. Por ello, teniendo el poder de los recursos y lo que significa una Fiscalía General de Justicia del Estado que para nada es autónoma, ha metido a diversos alcaldes en la promoción de las aspiraciones de Sánchez García. Ahí se encuentra los ediles de Calpulalpan, José Manuel Jiménez del Razo; de Chiautempan, Blanca Estela Angulo Meneses; de Panotla, Idelfonso Carro Roldán; de Tenancingo, Emanuel Contreras Corona; de Yauhquemehcan, David Vega Terrazas; y de Xaltocan, José Luis Hernández Vázquez.
A principios de este mes de noviembre, Sánchez García ha dedicado parte de su tiempo a reunirse con sus homólogos de los diferentes municipios de Tlaxcala, para sumarlos a su proyecto político.
Su última jugada, en la que tiene que ver gente cercana a la gobernadora, fue la circulación en redes de una noticia falsa en la que la Senadora Ana Lilia Rivera ya no buscaría la candidatura de Morena, sino que abanderaría al Partido Verde. Nada más lejos de la realidad.
Esta última estrategia representa el más burdo intento de desinformación. A todas luces es más altamente probable que, para buscar la gubernatura, Sánchez García se monte en una estructura paralela que desde hace meses ha estado trabajando la mandataria estatal, creyendo que eso les alcanzará con un partido ajeno a Morena. Así es su nivel.

