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El comisionado por la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo, afirmó que existen “indicios muy importantes” de la coparticipación del líder de las autodefensas, Hipólito Mora, en el asesinato de Rafael Sánchez Moreno y José Luis Torres Castañeda, quienes fueran encontrados calcinados el pasado sábado 8 de marzo.
En entrevista para MVS, el funcionario aseguró que los homicidas de Sánchez Moreno, identificado también como El Pollo, y de José Luis Nino Torres Castañeda, fueron cometidos por integrantes del grupo de autodefensas que lideraba Hipólito Mora, y se encuentran prófugos.
De acuerdo con una nota del periódico El Universal, Castillo confirmó que la detención de Hipólito, el martes 11, se dio por su “probable responsabilidad en grado de participación” en el asesinato de las dos personas que fueron encontradas torturadas, con tiro de gracia y calcinadas.
Afirmó que dos personas del grupo de Mora son señaladas como los presuntos asesinos materiales, a quienes “se les permitió escapar”, y contra las que se tienen “imputaciones directas y hay elementos suficientes para solicitar que sean detenidas”.
Agregó que “con la información recabada hasta ahora: quiénes eran, qué vehículos usaron, dónde fueron vistos, tenemos claro que estas dos personas se dieron a la fuga, y hay elementos para buscar que sean presentados ante el MP”.
Según las versiones proporcionadas por las autoridades, El Pollo formó parte del grupo de Los Caballeros Templarios, grupo del cual desertó para integrarse a la autodefensa de La Ruana, por lo que colaboraba en la identificación de domicilios de templarios.
Alfredo Castillo habló de las reiteradas acusaciones que desde los grupos de autodefensa se han hecho contra personas a quienes se les vincula con Caballeros Templarios: “Nos señalan a unos o a otros como personas vinculadas a templarios. Nosotros pedimos que sea el Ministerio Público el que determine si hay elementos suficientes para que sean presentados ante un juez”.
Senadora del PRD exige se aplique la ley a Mora
La senadora michoacana Iris Vianey Mendoza aseguró que los asesinatos de Rafael Sánchez y de José Luis Torres Castañeda, éste último padre de uno de sus colaboradores, de los que se responsabiliza a Hipólito Mora, no fueron parte de un choque entre grupos de autodefensa, sino que fue un asunto “particular”.
Según otra nota del periódico Crónica, la senadora que solicitó licencia para ser investigada por la PGR ante las acusaciones de posibles nexos con los Caballeros Templarios, exigió justicia y que se consigne a los responsables intelectuales y materiales de la matanza de Sánchez y de Torres Castañeda, quienes, destacó la legisladora, eran líderes sociales generosos y solidarios, era gente “que yo le tenía mucho cariño”.
Tras señalar que no se trata de un tema de venganza, sino de justicia, Mendoza señaló que “no importa, quien sea. Ya lo señalaron (a Hipólito Mora), ya lo acusaron, se tiene que desahogar esta acusación, integrar las pruebas suficientes para la averiguación previa, y para Hipólito Mora o para quien sea, tienen que tener un debido proceso apegado a la ley.
“Si se encuentran culpables tiene que ir a la cárcel y pagar por lo que hicieron, tanto los materiales como quienes maquilaron todo esto, porque ahí hay testigos, porque desde el momento en que se compró la gasolina y se planeó todo, es que hubo gente del pueblo cercana”.
Con voz entrecortada y ojos lacrimosos, la senadora michoacana lamentó la forma del asesinato de Sánchez y Torres Castañeda, ya que “no se habían dado muertes tan terribles, con esa saña, donde llegaron al grado de quemar a los cuerpos; una muerte estilo narco y que además los dejaron ahí para mandar un mensaje no sé a quién o de qué naturaleza, porque la mente de quien hizo esto, de quien lo planeó, de quien lo ejecutó, debe estar muy torcida para exhibir de esta manera una situación donde ya se veía una inconformidad por los temas de las tierras, de los recursos, de las 500 hectáreas que estaban bajo resguardo de algunos”.
Desarman a autodefensas cercanas a Hipólito Mora
Después de 48 horas de permanecer atrincherados en el rancho Los Palmares, casi 60 integrantes de los grupos de autodefensa de La Ruana entregaron sus armas a agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para que investigue si fueron usadas en los homicidios de Rafael Sánchez Moreno, El Pollo, y José Luis Torres Castañeda.
En tanto, el fundador y coordinador de los grupos de autodefensa, Hipólito Mora Chávez, rendía declaración en Morelia, acusado de coparticipación en esos crímenes, perpetrados el pasado 8 de marzo.
Desde la tarde del martes, resguardados por policías federales y soldados, unos 20 autodefensas que encabeza Mora Sánchez en la tenencia Felipe Carrillo Puerto, conocida como La Ruana, dejaron la trinchera y entregaron las armas.
Sin embargo, al menos tres regresaron hoy a la finca, ya que habían sido amenazados por personas dirigidas por Luis Antonio Torres González, El Americano, a quienes habitantes de la comunidad identifican como integrantes de Los caballeros templarios.
De acuerdo con otra nota del periódico La Jornada, pobladores de La Ruana calificaron de absurda la detención de Hipólito Mora; otros consideraron que fue una traición de algunos de sus compañeros, pero todos coinciden en que hay total incongruencia de la Policía Federal, que ha encerrado a quienes defendieron a su pueblo y protege a sicarios de los templarios, con el pretexto de que el pueblo ya no quiere a Hipólito.
Desde la tarde del lunes, madres, esposas e hijos de autodefensas se apostaron frente al rancho Los Palmares, que perteneció a un hermano del alcalde de Buenavista Tomatlán, Luis Torres Chávez, ultimado hace 10 meses. Los lugareños identifican a la familia del edil priísta como templaria.
El cuartel de los seguidores de Hipólito Mora estuvo cercado por policías y militares. Frente a la puerta principal, tras mallas y rejas, los comunitarios que han mantenido la tranquilidad en su comunidad desde hace un año estuvieron como prisioneros. Entre las rejas les llevan agua y comida y, como si se tratara de día de visita, los niños, asoleados y malcomidos, buscan ver a sus padres.
En la calle y en dos bodegas contiguas están al acecho personas encabezadas por El Americano, quienes, aseguran, buscan que se haga justicia por el asesinato de El Pollo y Torres Castañeda –este último padre de José Luis Torres, colaborador de la senadora perredista por Michoacán Vianey Mendoza– y de ser posible, por mano propia.
Los lugareños pidieron al gobierno que desarme a los dos grupos, “que se vaya El Americano y sus templarios, y que queden a cargo de la seguridad las fuerzas federales”.
Samuel Gómez, mano derecha de Hipólito, lloró porque dijo no tolerar esta burla: “Nos salimos, pero qué va a pasar; sin armas nos van a matar”. Cuando ya habían entregado las armas, los seguidores de Mora Chávez mostraron carteles con la leyenda: “Estamos listos para morir”.
Eduardo Quintero, defensor de Mora Chávez, mostró su confianza en las autoridades para que las indagatorias se realicen con absoluta transparencia y legalidad. Sostuvo que su cliente es inocente.
A su vez, Estanislao Beltrán, Papá Pitufo, uno de los coordinadores de las autodefensas, declaró que debe investigarse a Hipólito Mora y si es responsable debe pagar por el delito que cometió.
Entrevistado en Apatzingán, afirmó que el líder comunitario es su amigo y le gustaría que la gente lo apoyara, pero “el pueblo de La Ruana debe decidir quién será su representante”.
–¿Cree en la calidad moral de Hipólito Mora?
–Es una persona de lucha que se ha preocupado por la gente.
–¿Y El Americano, por qué si ha sido señalado como delincuente lo protegen?
–No defendemos a nadie, si alguien tiene pruebas que las presente. Se debe investigar, pero quien haya cometido el asesinato debe ser castigado.
–¿Es una jugada sucia?
–No creo. Hay gente que vio a los responsables de los crímenes y no queremos dejarlos impunes. Si hay ex templarios entre las autodefensas que los denuncien; nosotros no vamos a solapar. Asesinos y criminales deben ser castigados.