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Trascendió que fue en un “pachangón” organizado por Sinahí Parra en donde el comandante Jesús fue ultimado de varios impactos de arma de fuego

Las irregularidades por el asesinato del comandante de la policía de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Jesús Ortega continúan saliendo a la luz pública, luego de que hubiera omisiones por parte de la dependencia encargada de la procuración de justicia en este crimen de quien en su momento fue el más cercano y el brazo ejecutor de las instrucciones del exprocurador, José Antonio Aquiahuatl Sánchez.

Trascendió que el día que fue ultimado por varios sujetos, el empleado de la PGJE se encontraba en una fiesta con sus familiares en el municipio de Xaloztoc, lugar en el que incluso se sabe que había más elementos de la policía de investigación y que a pesar de que se encontraban en horario laboral en el municipio de Calpulalpan, dejaron su trabajo para acudir al “pachangón”.

A esto se suma la presunción de que el homicidio doloso perpetrado por un grupo de sicarios, ocurrió en una fiesta de 3 años organizada por la exdiputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Sinahí Parra Fernández, quien para esta festividad invitó a familiares y amigos entre ellos los policías de investigación mejor conocidos como “judiciales” o “ministeriales”.

Incluso hay versiones que aseguran que la escena del crimen en donde perdió la vida el comandante más poderoso en la era de Aquiahuatl Sánchez, fue alterada, ya que habrían lavado los rastros de sangre que se produjeron tras recibir los impactos por arma de fuego, situación que complica más las investigaciones.

La PGJE deberá esclarecer este crimen en contra de quien en el gobierno local pasado fue el verdadero jefe de la policía de investigación y que ejecutaba todas las órdenes del entonces procurador.

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