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  • Rosa Ma. Velázquez
España, Italia, Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, Eslovenia y más naciones decidieron sacar a los funcionarios del Kremlin, que prometió represalias

Una oleada de países respondió tras darse a conocer imágenes de una matanza de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, la cual se habría perpetrado presuntamente a manos de fuerzas rusas en su retirada de las afueras de Kiev, en frustración por no haber conquistado la capital.

Por tal motivo, naciones como Francia, Alemania, Italia, España, Suecia, Dinamarca, Eslovenia, Rumania, Letonia, Estonia y algunas más, tomaron la decisión de expulsar de su territorio a más de 200 diplomáticos, medida que se ha aplicado en menos de 48 horas y que podría elevarse.

Josep Borrel, Jefe de la diplomacia europea, anunció que este martes 5 de abril se declaró “persona non grata” a varios miembros de la representación rusa ante la Unión Europea, a causa de “actividades contrarias” al estatuto diplomático, aunque no se precisó la cifra exacta ni fecha de expulsión.

Por su parte, Italia decidió expulsar a 30 diplomáticos rusos argumentando razones de “seguridad nacional”, según lo expresado por el Ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio.

El Jefe diplomático italiano refirió que “esta medida, tomada en común acuerdo con nuestros socios europeos y atlánticos, fue necesaria por razones vinculadas a nuestra seguridad nacional y en el contexto de la situación actual de crisis relacionada con la agresión injustificada de Ucrania por parte de Rusia”.

En tanto, Eslovenia dijo que expulsó a 33 diplomáticos rusos para expresar su “fuerte protesta” y “conmoción” tras el hallazgo de más de 400 cadáveres, muchos de ellos civiles en la ciudad de Bucha, a unos kilómetros al norte de Kiev.

Lituania refirió que expulsó al Embajador de Rusia, mientras que Alemania indicó que ordenaron la salida de por lo menos 40 diplomáticos rusos también en condena por la matanza de Bucha.

No obstante, Rusia niega su implicación en las muertes de centenares de civiles e incluso aseguró que se trata de un “montaje” de Kiev, a pesar de que imágenes satelitales de la región ya daban cuenta de los cuerpos en las calles, antes de que se retiraran de esa zona, además de que prometió represalias por la expulsión de sus diplomáticos en Europa.