- Salud
Javier Ramírez Solano, jede del departamento de Recursos Humanos y ex cuñado del gobernador del estado, Mariano González Zarur cambia personal que labora dentro de las Oficinas Centrales de la Secretaría de Salud (SESA) para el programa del Seguro Popular con el objetivo de aplicarles mayor carga de trabajo y posteriormente darlos de baja.
Sin el aval de Alejandro Guarneros Chumacero, secretario de Salud, Ramírez Solano decidió realizar el cambio de adscripción de más de 20 trabajadores que se desempeñan como auxiliares administrativos en diversas áreas de las Oficinas Centrales, tales como en Promoción de la Salud, Archivo, entre otras que dependen principalmente de la dirección de Servicios de Salud, para que fueran reasignados en el programa de Seguro Popular, en donde accederían con un nuevo tipo de contratación y perderían la antigüedad que tienen algunos de hasta ocho años.
De acuerdo a personal de confianza del ex cuñado del gobernador, la meta para él es despedir a los trabajadores mandándolos a un área en donde las jornadas laborales son más intensas a pesar de los años laborados en la SESA para cansarlos y después realizar su baja, con la finalidad de contar con espacios suficientes para meter a sus recomendados a quienes se presume les pediría 30 mil pesos para obtener un espacio.
La información obtenida señalaría a Ramírez Solano como un tipo prepotente hacía sus subordinados y en una clara complicidad con el jefe del Departamento de la Oficina de Personal Eventual, Jaime Cisneros para despedir y contratar empelados dentro de la SESA, vulnerando los años de servicio y con la intención de meter a trabajar gente incondicional a ellos y otros más a cambio de un recurso para obtener el espacio.
La versión de uno de los agraviados es que llamó a cada trabajador de manera personal para ordenarles que hoy se presentaran en el Seguro Popular, ya que su situación laboral habría cambiado, y sin mayor explicación los despacharía en su oficina sin escuchar si estaban de acuerdo o no.
Es por esto que hoy se presentarían a laborar con una nueva contratación, perdiendo la antigüedad y firmando un contrato que sólo los ampararía hasta el mes de diciembre, lo cual sería una estrategia para evitar un finiquito, ante esta situación los agraviados pidieron al gobernador haga algo al respecto y no deje que su situación laboral se vulnere por caprichos y cuestiones personales de Ramírez Solano.