• Héctor A. Villalba
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Lo ocurrido en Zacatelco el pasado sábado 11 de marzo,  donde un grupo de pobladores pretendía linchar a presuntos ladrones fue el escenario para implementar el protocolo de atención a intentos de linchamiento. También fue el pretexto de actores políticos que, tuvieron a bien, mostrar lo ruines e incivilizados que son.

Si bien el tema de los disparos “disuasivos” sigue generado debate, lo cierto es que la autoridad cumplió con su obligación, evitando así unta tragedia y la comisión de un delito. Pero hay quienes en su loco afán de pronunciarse hasta porque pasa una mosca, dejan en evidencia que no le saben y que no le entienden.

Tal es el caso del lenguaraz dirigente del moribundo PRD, Julio César Pérez González, quien el día de ayer denunció la “fallida” aplicación del protocolo anteriormente mencionado. Lo que no le explicaron sus inventivos e ignorantes asesores es que, no ocurrió un linchamiento. Lo que nos deja pensar que el dirigente del PRD quería sí, o sí, ver la muerte de presuntos asaltantes. Qué ruin.

En un comunicado se aventó la puntada de decir lo siguiente respecto del protocolo: […] el cuál es evidente que no funciona, ya que este fin de semana se desató un nuevo caso de linchamiento en el municipio de Zacatelco. Ah caray, pues ¿a quién lincharon? Si los presuntos culpables fueron extraídos para su traslado ante la autoridad competente. Es decir, no sabe ni siquiera con certeza lo que ocurrió, pero bien que le gusta opinar y exigir destituciones a diestra y siniestra. 

Se vale no saber, no conocer, lo que no se vale es seguir viviendo en la ignorancia. El PRD intenta, -además de sobrevivir- buscar miles de pretextos y oportunidades para descreditar a la autoridad quien en esta ocasión e independientemente de las circunstancias, logró evitar una ejecución tumultuaria.

Pero siempre será más fácil hablar de lo que no se sabe, de lo que no se conoce y de lo que no se entiende en lugar de pensar.