La educación ambiental representa una acción urgente, de cara al avance que se observa de elementos como la deforestación, el cambio climático y la contaminación.
En el fondo lo que está en juego es la sobrevivencia social aunada a la preservación del medio ambiente.
Ante ese escenario no hay esfuerzo pequeño, ni debe haber dilación en las acciones que se requiere emprender.
Por ello, resulta más que alentador que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros haya puesto en operación el espacio lúdico ambiental “La Ribereña”.
Un proyecto que, con una inversión menor a los 150 millones de pesos, permitirá fomentar la educación ambiental, la cultura de la economía circular, la convivencia familiar y el disfrute de la naturaleza.
Como parte de lo que representa el proyecto, Cuéllar Cisneros señaló:
“Hace unos meses este lugar era considerado un foco rojo, abandonado, maloliente, sin vida. Era una herida abierta en el corazón de nuestra capital, donde constantemente se presentaban conductas antisociales que generaban desconfianza y temor entre la ciudadanía”.
Apuntó que se recibió asesoría de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que llevaban más de una década desarrollando la investigación en espera de tener la oportunidad de implementarlo en Tlaxcala.
Expresó “implementamos estrategias urbanísticas para profundizar el cauce mediante taludes que albergan flor acuática y que nos ayudan a dar una nueva vida a este lugar. Hoy podemos admirar la belleza de este espacio, el color de las flores, el sonido del agua, el canto de los pájaros, la experiencia de los jardines polinizadores como punto de encuentro de mariposas, colibrís, abejas, algo que muchas de nuestras niñas y niños quieren ver en este hermoso lugar”.
En el desarrollo del proyecto se conjunto el trabajo de investigadores, científicos, urbanistas, activistas, niñas, niños, adolescentes, artistas, vecinos de la capital, entre otros.
Resaltó que “ahora viene el reto más grande, (…) trabajar incansablemente para que este lugar sea un lugar de reencuentro con nuestra naturaleza”, culminó.
Pero evidentemente el reto mayor será que en el mediano y largo plazos el proyecto se consolide y rinda frutos, en favor no solo de la preservación, sino también en la recuperación del medio ambiente.