• Educación
  • Adolfo Tenahua Ramos
Hay maestros muy bien identificados que se la pasan en la “pachanga” mientras encargan a sus alumnos con los practicantes y nadie les dice nada.

Un grupo de padres de familia han manifestado su inconformidad en contra del director de la primaria “Profesor Candelario Nava Jiménez” por conducirse con opacidad, ventaja y alevosía.

A través de una denuncia que hicieron llegar a este medio, delataron que Hilario Piantzi Salazar convocó a reunión urgente para nombrar al comité de padres de familia, aunque el verdadero objetivo fue colocar como tesorera a la señora “Trinidad Yezcas”.

Esta última estaría dispuesta a solapar la malversación de recursos de la institución, ademas hay que mencionar que la mujer en cuestión ya no tendrá hijos inscritos para el siguiente ciclo escolar pero por alguna razón fue impuesta.

La tesorera fue elegida con menos del 50 por ciento del total de padres de familia y con una convocatoria “amañada” ya que los paterfamilias fueron citados unas horas antes de que el objetivo fuera fraguado.

“Trinidad Yezcas” fue vocal y en tiempos de pandemia misteriosamente la nombraron tesorera, estas decisiones han generado inconformidades y sospechas de quienes pagan sus inscripciones cada año.

Informaron que para el ciclo 2024 -2025 la cuota para que tengan derecho a reingresar los estudiantes es de 800 y los de nuevo ingreso mil 200 pesos, es decir habrá dinero suficiente para que se sigan dando ciertos lujos a quienes manejan las cuotas.

Lo que es curioso es que la cuenta fue abierta en Bancoppel, no se sabe a nombre de quien quedó registrada, pero ya les urge que empiece a caer el dinero . 

Valdría la pena que la dirección jurídica y las autoridades competentes de la Secretaría de Educación Pública revisen la operación de los recursos, pero sobre todo la opacidad con la que se conduce el director en turno.

Por otro lado, cabe agregar qué hay maestros muy bien identificados que se la pasan en la “pachanga” mientras encargan a sus alumnos con los practicantes y nadie les dice nada; pero lo más delicado es qué, hay otros, que usan su tiempo laboral para arreglar sus asuntos de “amor”, le dan prioridad a sus intereses sentimentales sin importar la educación de los menores.

Lo que pocos saben es que está a punto de reventar un conflicto interno porque los quejosos se están organizando para tomar la institución hasta que se haga una revisión y se valore el actuar de quien está al frente.

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