- Cultura
Antonio Martínez Velázquez Secretario de Cultura abandonará el cargo como el peor funcionario del gobierno estatal, por sus torpes ideas para el seudo embellecimiento de espacios culturales.
Basta recordar que fue el orquestador de la inauguración de un antro en la azotea del Museo de Arte de Tlaxcala, aún en plena pandemia, que fue clausurado dos días después debido a la sonora indignación general.
Además de que también Tlaxcala dejará de ser sede de la Secretaría de Cultura Federal ya que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha decidido poner fin a ese acuerdo y el convenio de comodato del edificio que ese estado cedió a la federación será concluido para que el inmueble regrese a manos tlaxcaltecas.
Tan deficiente y patético fue su desempeño como secretario de cultura, que el gobierno federal a manos de Sheinbaum no pretende colocarlo en el ámbito cultural, sino que se desempeñará como “subsecretario” en la Agencia de Transformación Digital que se creará en el próximo sexenio.
El funcionario desde el inicio de sus funciones estuvo en el ojo del huracán por sus declaraciones vanas y por el deficiente desempeño que hizo en la Secretaría de Cultura, donde se dedicó a proteger las irregularidades financieras de su personal allegado, y discriminar a los pequeños artistas que buscaron oportunidades de desarrollo y participación y se encontraron con un cierre de puertas.