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  • Adolfo Tenahua Ramos
Siempre dio una postura incoherente, chafa y ofensiva para el pueblo tlaxcalteca.

Faltan horas para que los integrantes de la LXV Legislatura tomen protesta y luchen por lo que tanto pregonaron en campaña, sobre todo aquellos que engañaron al pueblo y ahora tienen que limpiarse la cara. 

Y es que el escándalo que involucra a la diputada electa Madaí Pérez Carrillo aún está vigente, porque la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer, Asexual y más (LGTBTTTIGA+) nunca le creyó sus preferencias sexuales. 

Todo indica que ante la autoridad electoral habría mentido para que le respetaran su candidatura y así lograr un escañón, y eso defender a los integrantes del sector LGTBTTTIGA+, ni pensarse. 

Solo hay que analizar la declaración que hizo recientemente la electa del distrito 7 cuando reiteró que “cada persona tiene puntos de vista diferentes y que el respeto hacia la visión de quienes somos es fundamental, trabajaremos de acuerdo a todos los grupos de una minoría, no solo para uno, porque representamos a un estado”.

Nunca tuvo un discurso que defendiera su llegada a la curul representando a la comunidad en cuestión, por el contrario, solo dio una postura incoherente, chafa y ofensiva para el pueblo tlaxcalteca.

Para rematar el aún secretario de cultura del estado Antonio Martínez Velázquez, puso en duda la pertenencía de la política primeriza y le hizo un llamado enérgico porque mintió al asumirse como parte de la diversidad sexual para llegar al cargo, “que diga la verdad” al pueblo, pues “está usurpando” el lugar que no les corresponde en el Congreso local.

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