• Apizaco
  • Adolfo Tenahua Ramos
Estos vendedores no contribuyen al erario municipal al no pagar licencias ni impuestos, lo que aumenta la carga sobre quienes sí cumplen con sus obligaciones fiscales.

El comercio informal sigue proliferando sin control en las calles de Apizaco, donde comerciantes ambulantes venden de todo, desde alimentos hasta productos electrónicos, generando un caos en las principales avenidas de la ciudad. 

A pesar de las quejas constantes de ciudadanos y comerciantes establecidos, el presidente municipal, Javier Rivera, ha sido señalado por no tomar medidas eficaces para abordar la creciente problemática, que afecta la imagen de la ciudad, la movilidad urbana y el bienestar de la comunidad.

Desde su llegada a la presidencia municipal, Rivera ha sido duramente criticado por permitir que el comercio informal crezca de manera desmedida , en lugares clave de Apizaco, como el centro histórico, el parque principal y las principales calles comerciales, los vendedores ambulantes ocupan espacios públicos sin ninguna regulación, obstruyendo el paso de los peatones y causando un ambiente de desorden. 

Lo que antes era un problema localizado ahora se ha extendido por toda la ciudad, afectando tanto a los transeúntes como a los comerciantes establecidos, quienes se quejan de la falta de control y la competencia desleal que representan estos vendedores.

Los comerciantes establecidos sostienen que la proliferación del comercio informal está afectando directamente sus negocios, ya que muchos ambulantes ocupan espacios frente a sus locales, lo que disminuye el número de clientes que pueden acceder a las tiendas y genera una competencia desleal. 

Además, señalaron que estos vendedores no contribuyen al erario municipal al no pagar licencias ni impuestos, lo que aumenta la carga sobre quienes sí cumplen con sus obligaciones fiscales.

Por otro lado, los ciudadanos han manifestado su malestar por la falta de acción por parte del gobierno municipal, ya que, según afirman, el presidente Javier Rivera no ha mostrado interés ni compromiso para regularizar o reubicar a los ambulantes en lugares adecuados. "El desorden es cada vez mayor. El presidente no está haciendo nada para resolver este problema, y la ciudad está perdiendo su imagen. Necesitamos que se tomen medidas serias, no más tolerancia", expresó un vecino de Apizaco.

En lugar de reducir el comercio informal, la situación parece haber empeorado con el tiempo. La falta de una estrategia clara y la falta de voluntad política para implementar políticas públicas efectivas han sido factores clave en la expansión del problema. Además, no es raro ver a ambulantes que, ante la falta de autoridad, ocupan de forma ilegal espacios públicos, lo que empeora la situación.

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