El tercer informe de gobierno de Lorena Cuéllar, presentado con un "mensaje ciudadano", ha dejado una sensación de vacío en la opinión pública. Temas estratégicos como el desarrollo económico, la seguridad o la educación, se perdieron en un mar de buenas intenciones y generalidades.
¿Acaso la comunicación gubernamental no pudo encontrar la manera de darle mayor fuerza y presencia a los logros del gobierno? Es cierto que las restricciones legales en materia de propaganda gubernamental son un factor a considerar, pero no pueden ser un pretexto para la falta de creatividad y estrategia.
Si el gobierno tiene la capacidad de "colocar" temas en ciertos medios de comunicación los lunes y viernes, ¿por qué no hacerlo durante todo el año?
Es evidente que la comunicación gubernamental necesita una reingeniería. Pensar, planear y ejecutar una estrategia de comunicación efectiva no es un lujo, es una necesidad.
El tercer informe de Lorena Cuéllar representó una oportunidad para mostrar los avances y los desafíos que enfrenta Tlaxcala. Es necesario que la comunicación gubernamental se ponga a la altura de las circunstancias y que deje de ser un simple altavoz para convertirse en un verdadero puente entre el gobierno y la ciudadanía.