• Valentín Lima
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Las legisladoras Ana Lilia Rivera (Senadora de la República Morena) y la diputada local Blanca Águila Lima (PRD antes PRI), son el claro ejemplo de que podemos pasar de Guatemala a Guatepeor.

Ayer en un comunicado, las legisladoras presumieron una alianza bajo la justificación de que buscan ampliar la infraestructura hospitalaria del ISSSTE en la entidad.

Todo se oye bonito, sin embargo, los antecedentes de las legisladoras no sólo no nos dan buena espina, sino que revela que por tener el poder son capaces de firmar un contrato con el mismísimo diablo con tal de seguir en las nóminas gubernamentales.

Si, así como lo leyó.


En resúmen, quieren ampliar un sistema de salud que este sexenio ha tenido como resultado la carestía, la falta de medicamentos e insumos médicos, pero ese no es el verdadero objetivo de la reunión.

Vea usted amable lector.

Blanca Águila ha demostrado una y otra vez su insaciable hambre de poder a través de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), pues la reunión que presumieron no fue otra cosa que un intento de Blanca Aguila de demostrarle ‘estructura’ a la Senadora Ana Llilia con miras al 2027.


Por su parte, Ana Lilia Rivera después de 7 años de su gestión como Senadora, resulta que hará gestiones para ampliar la infraestructura hospitalaria del ISSSTE… Institución que se ha visto afectada directamente por los recortes presupuestales ordenados desde Palacio Nacional y en donde ella no ha dicho ‘ni pío’, por las severas afectaciones que provocó la austeridad republicana a la salud de los Tlaxcaltecas.

Ejemplos del desinterés de ambas legisladoras por la crisis que cruzan instituciones como el ISSSTE, IMSS – Bienestar y el fenecido INSABI, abundan.

Cuando hay manifestaciones del Sindicato que comanda Blanca Águila no se deben a las condiciones de los trabajadores, ni la falta de insumos para prestar atención médica, sino a la presión política que ejerce para poder obtener beneficios como plazas para ser administradas por el Sindicato y así mantener el control de la base.

¿O usted la ha visto manifestarse porque a usted le faltan medicinas?

¿La ha visto acompañarla en su pesar de conseguir las medicinas que no pueden surtir los hospitales públicos por la austeridad?

En cuanto a la Senadora que presume ser cercana a Claudia Sheinbaum (sólo en su dicurso), ¿la ha visto acompañar la lucha del personal médico de Calpulalpan (su tierra natal) donde los médicos residentes ni el personal de salud no tienen ni para tortillas como hace unas semanas lo documenté?

Las respuestas a estas interrogantes son simples:

No.

La verdadera intención de ambas políticas es buscar crear una alianza de cara al 2027 en donde ambas presumen las canicas que tienen para ver quien le compra a quién.


Es una lástima cómo la clase política sigue haciendo a un lado a la gente necesitada mientras personajes como los de esta historia, sólo buscan acuerdos en donde se beneficien un puñado de personas y no la base social del estado que pide a gritos ya no infraestructura hospitalaria, sino al menos un paracetamol para frenar el dolor de vivir en el sistema de salud tipo Dinamarca.

¡Qué vergüenza!

Por cierto, no le vayan a contar a la Gobernadora Lorena Cuéllar la alianza que están haciendo, porque aunque no le guste a Ana Lilia, Lorena Cuéllar es la morenista número 1 del estado y es con ella con quien debería estar formada.