En medio del reacomodo político rumbo al 2027, en Tlaxcala han comenzado a emerger nombres de quienes buscan posicionarse como sucesores del proyecto de la Cuarta Transformación; sin embargo, pocos han entendido las señales que desde Palacio Nacional se han dictado para la contienda que se avecina: nada de adelantarse, nada de actos anticipados ni simulaciones.
Mientras algunos o algunas organizan reuniones informativas para dar a conocer lo que se hace en el Senado y otros celebran sus cumpleaños con tintes de mitin político, hay un perfil que ha demostrado verdadera madurez política, disciplina y lealtad al movimiento: Alfonso Sánchez García.
A diferencia de quienes buscan reflectores colgándose de logros ajenos o pactando con supuestos liderazgos locales, Alfonso ha sido el único que se ha mantenido firme, disciplinado y respetuoso de los tiempos que marque el Partido y la Dirigencia Nacional.
No ha buscado llamados de atención ni ha generado tensiones innecesarias.
Al contrario: desde el gobierno municipal de la capital, se ha concentrado en dar resultados tangibles a los ciudadanos, con la convicción de que no hay mejor campaña que el buen desempeño en el servicio público.
Esa actitud, serena y consistente, lo convierte hoy en el mejor perfil para garantizar la continuidad de la 4T en Tlaxcala.
Su lealtad al proyecto de nación que encabeza Claudia Sheinbaum y su compromiso con Tlaxcala lo colocan como una opción real, con liderazgo probado y visión de futuro.
Alfonso no necesita propaganda disfrazada: su trabajo hablará por él.