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Fiel a su estilo de prepotencia y cobardía, el exalcalde de San Damián Texoloc, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, denunció públicamente la presunta compraventa irregular de 20 hectáreas de terreno. La acusación, realizada a través de redes sociales, involucra directamente a una particular, Lizbeth Mendoza Pérez, a quien señala de aprovecharse de la vulnerabilidad de los vendedores para apropiarse de los terrenos.
De acuerdo con la denuncia de Covarrubias, los terrenos pertenecían a María Asunción y Wiliulfu, quienes habrían sido engañados con la entrega simbólica de un burro como pago y firmando documentos en blanco, situación que, de confirmarse, podría configurar delitos por despojo, fraude o simulación de actos jurídicos.
Sin embargo, la señalada Lizbeth Mendoza Pérez rechazó las acusaciones y presentó documentación que —según afirma— avala legalmente la adquisición de solo dos hectáreas, respaldadas por títulos ejidales válidos y por 16 pagos realizados de 10 mil pesos cada uno, los cuales asegura tener registrados.
Mendoza, además, denunció estar siendo víctima de hostigamiento y amenazas por parte de vecinos, situación que —según su testimonio— ha escalado por la intervención de Covarrubias Cervantes, a quien acusa de ejercer presión con el respaldo informal de autoridades locales.
Este conflicto ha polarizado a los habitantes de Texcalac, donde algunos señalan que detrás del caso puede haber intereses políticos o personales, y han exigido que sea una instancia imparcial —como el Tribunal Agrario o la Procuraduría Agraria— quien esclarezca la legalidad de la transacción y determine si hubo abuso o manipulación.
Esta situación originada por el ex funcionario y quien se siente Robin Hood ha lastimado y perjudicado a la ciudadana quien exige respeto y pide Covarrubias se retracte de los señalamientos, ya que ella cuenta con la documentación necesaria para comprobar que lo que dice es mentira, y sólo ha desatado la ira de la población.