- Tlaxcala
Si resides en Tlaxcala y has considerado apostar en casinos, sabrás que tu estado es una excepción en México: aquí, los juegos de azar están prácticamente prohibidos desde 2019.
Más allá de los casinos en línea aprobados por la Secretaría de Gobernación (Segob), las opciones son escasas, por no decir nulas.
Mientras Puebla o Hidalgo ofrecen salas iluminadas las veinticuatro horas, en la Cuna de la Nación rige una prohibición municipal desde 2019, la cual vetó las licencias para casinos o centros de apuestas.
No obstante, el panorama se complica aún más a partir de 2023 cuando el gobierno federal reformó el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos. Una de las consecuencias es que la expedición de permisos ahora está en manos de la Segob.
Entonces, ¿cómo encaja Tlaxcala en esta nueva realidad?
Radiografía legal: municipio y nación
Desde hace seis años, los planes urbanos de Tlaxcala ordenan a los ayuntamientos denegar permisos de uso de suelo para “casinos, salas de sorteos o casas de juego”.
Según sus impulsores, el propósito principal era la prevención de delitos y la reducción de conductas sociales de riesgo. Como efecto inmediato cerró el único casino legal activo y empujó a miles de apostadores a buscar entretenimiento en Puebla y otros estados vecinos.
Según estimaciones, esto se traduce en una fuga aproximada de 50 millones de pesos en apuestas de residentes tlaxcaltecas.
El decreto de 2023
El decreto del 16 de noviembre de 2023 buscó endurecer la operación de todo el sector al prohibir la oferta de tragamonedas nuevas y limitar los permisos existentes a 15 años.
Además, la Segob quedó como la única autoridad habilitada para otorgar licencias. Para Tlaxcala esto significa que, aun si el Congreso local quisiera reabrir casinos, su margen de maniobra es limitado ya que la última palabra ahora la tiene el órgano federal.
Peor aún, actualmente hay una disputa legal con respecto a este tema. Tras la publicación del reglamento en noviembre de 2023, más de 30 operadores interpusieron amparos cuestionando algunas de las reformas.
El asunto escaló cuando, el 26 de marzo de 2025, la Suprema Corte desechó por unanimidad la petición de la Segob para recuperar esa facultad. Con ello, la validez del decreto quedó en manos de los tribunales colegiados segundo y duodécimo.
Mientras tanto, el juez Gabriel Regis ya había dictado suspensiones que permiten a ciertos casinos continuar ofreciendo juegos de ruleta, dados y naipes mientras se resuelve el fondo del litigio.
Esto ha resultado en un vacío legal. Si bien las reglas federales, técnicamente, siguen vigentes, su aplicación está congelada por la batalla de apelaciones. Hasta que eso se resuelva se definirá si el reglamento se queda, se ajusta o se cae por completo.
Choque de facultades
Por otra parte, el artículo 115 constitucional otorga a los municipios la potestad exclusiva sobre el uso de suelo, mientras que la Ley Federal de Juegos y Sorteos reserva al gobierno central la regulación de la actividad lúdica.
De forma paralela, ese doble marco genera un laberinto jurídico. Si Tlaxcala mantiene el veto, los operadores podrían ampararse y alegar restricciones “injustificadas” al libre ejercicio de su actividad comercial. Si, por el contrario, autoriza un casino, la Segob podría negarle el permiso federal y clausurar la obra.
Dinero sobre la mesa: costo y oportunidad
Según la iniciativa estatal de 2021, un impuesto del 6% sobre las apuestas podría generar hasta 120 millones de pesos anuales; esto representaría el 0,8% del presupuesto de ingresos aprobado ese mismo año.
¿Cuánto se está perdiendo?
Mientras Puebla recauda más de 28 millones de pesos anuales en impuestos a casinos, Tlaxcala pierde al menos 50 millones de pesos debido a que sus ciudadanos apuestan en otros estados.
A esto se suma el dinamismo que generan empleos directos e indirectos: un casino de tamaño mediano puede contratar a mil doscientas personas y fomentar servicios de hotelería, transporte y gastronomía en sus alrededores.
Amparos y casinos “bajo suspensión”: la puerta trasera
Los precedentes judiciales presionan al Congreso de Tlaxcala: si el estado mantiene la prohibición, los operadores podrían usar fallos previos para exigir permisos, y el estado se quedaría con la carga social sin la renta fiscal correspondiente.
¿Qué opciones tiene Tlaxcala?
Mantener el status quo
Pros
- Mantiene la tranquilidad de grupos conservadores y de la Iglesia, que han sido férreos opositores.
Contras
- Continúa la fuga de recursos y turistas.
- Incentiva la apertura de centros clandestinos, hoy estimados en quince.
- Deja la iniciativa en manos de litigios federales que el estado no controla.
Legalización condicionada
Pros
- Captura impuestos y genera empleo formal.
- Ofrece un marco de transparencia y trazabilidad para combatir lavado.
- Permite colocar límites estrictos a las tragamonedas y priorizar juegos de mesa y apuestas deportivas.
Contras
- Requiere reformar la ley municipal y negociar con la Segob.
- Requiere una inversión inicial en campañas de juego responsable, con un costo mínimo de 5 millones de pesos anuales.
- Enfrenta resistencia política que puede retrasar el proceso legislativo.
Modelo mixto con enfoque digital
Pros
- Autoriza plataformas de apuestas en línea con dominio .mx y métodos de pago locales como SPEI y OXXO Pay, minimizando la infraestructura física.
- Capta parte del mercado joven que ya apuesta desde su celular en sitios extranjeros.
- Reduce impactos en el uso de suelo y la vida urbana.
Contras
- Exige controles tecnológicos sofisticados y auditorías permanentes.
- Puede complicar la fiscalización de criptoactivos, un frente que la Unidad de Inteligencia Financiera apenas empieza a regular.
Tu bolsillo y tu salud: recomendaciones prácticas
- Verifica licencias: Si decides apostar, revisa que la casa exhiba un número de permiso Segob.
- Conoce tus límites: Coloca topes diarios y nunca uses dinero destinado a renta o colegiaturas.
- Compara impuestos: Ganancias superiores a 600 mil pesos al año pagan hasta 21% de Impuesto Sobre la Renta (ISR). Planea tu declaración para evitar multas.
¿Apuesta segura o terreno incierto?
Para los tlaxcaltecas, las nuevas reglas federales no resuelven la paradoja local. Por un lado, la nación pretende ordenar la industria y reducir riesgos; por otro, la prohibición municipal mantiene cerrada la puerta y empuja el juego a territorios vecinos o al internet sin regulación.
La decisión sobre el futuro del azar en Tlaxcala requiere diálogo entre empresarios, legisladores, autoridades competentes y sociedad civil. Solo así se logrará un equilibrio entre crecimiento económico y protección social.
Mientras esa conversación se gesta, la realidad sigue avanzando. Los juicios de amparo, las plataformas digitales y la competencia regional no esperan. Si el estado busca ser parte del juego, tendrá que mover su ficha pronto y con reglas claras.
Si prefiere quedarse al margen, deberá reforzar la vigilancia para que el azar clandestino no termine por afectarle negativamente.