- Apetatitlán
El presidente municipal de Apetatitlán, Azaín Ávalos Marbán, volvió a hacer gala de su singular estilo para gobernar: confundido, costoso y al servicio de unos cuantos. Esta vez, en lugar de conmemorar los hechos históricos con precisión y respeto, decidió festejar la gesta heroica del General Antonio Carvajal —que según el calendario y cualquier libro de historia local se celebra cada 4 de mayo y no el 13 de junio como el lo hizo.
Y por si el desliz cronológico no fuera suficiente, el evento fue montado con bombo, platillo y un presupuesto que huele más a negocios de compadres que a homenaje patriótico. Trascendió que el festejo, además de inoportuno, fue costeado con miles de pesos del erario municipal, a través de un contrato entregado a una empresa vinculada nada más y nada menos que a la hija del exalcalde Tomás Orea, conocido por dejar huella... sobre todo en los presupuestos.
Mientras tanto, las prioridades del municipio siguen igual: el drenaje sin solución, los servicios públicos a medias, y el alcalde con agenda histórica alterada y gastos que solo benefician a su círculo cercano.