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La denunciante afirma haber salido de la entrevista “llorando, psicológicamente afectada y despojada de esperanza”.

Miriam N., denunció haber sido víctima de trato denigrante y excluyente por parte de un integrante del comité de admisión al Doctorado en Investigación Educativa de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), durante una entrevista realizada el pasado 21 de mayo.

De acuerdo con la afectada, la entrevista se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de Investigación Educativa (CIE), con  Edgar Daniel Anaya Torres, investigador de tiempo completo de dicha institución. La aspirante refiere haber acudido puntualmente como parte del proceso de evaluación para ingresar al posgrado, el cual incluye exámenes y entrevistas como filtros obligatorios.

Según el testimonio entregado por escrito, el trato recibido por parte del académico fue, desde el primer momento, “denigrante e intimidante”. La denunciante señala que el saludo inicial —un gesto distante y desdeñoso al momento de estrechar la mano— marcó el inicio de lo que describió como “una atmósfera hostil”.

Durante la entrevista, el académico habría adoptado una actitud autoritaria, cerrada al diálogo, descalificando la formación académica de la aspirante sin permitirle defensa ni espacio para la argumentación. 

En particular, señala que su Maestría en Gestión del Patrimonio Cultural fue desestimada como un “modelo de negocio sin sustento académico”.

“El trato fue impositivo, despectivo y contrario a los principios de respeto, equidad y dignidad que dice promover esta institución. No solo se invalidó mi trayectoria profesional, sino que me sentí violentada en mi integridad como persona”, afirma la Mtra. Herrera Vázquez en su declaración.

El caso cobra relevancia al contrastarse con los principios del Modelo Humanista Integrador Basado en Capacidades, adoptado oficialmente por la UATx, el cual establece como eje rector el respeto a la diversidad formativa y el trato equitativo.

La denunciante afirma haber salido de la entrevista “llorando, psicológicamente afectada y despojada de esperanza”, solicitando que se investigue y sancione este tipo de conductas que, asegura, violentan no solo principios académicos, sino también derechos humanos fundamentales.