• Tlaxcala
  • Erika Pérez
A seis años, solo 51 municipios han emitido reglamentos de bienestar animal y ninguno aplica medidas de fondo, alerta el Observatorio Ciudadano.

En Tlaxcala, la crisis de animales en situación de calle se agrava ante la indiferencia de las autoridades. Pese a la creciente preocupación social, los gobiernos municipales han fallado rotundamente en generar políticas públicas eficaces y en aplicar las normas existentes. Así lo denunció el Observatorio Ciudadano de Protección Animal (OCPA), que evidenció una alarmante falta de acción institucional.

Según el organismo, apenas 51 de los 60 ayuntamientos han logrado publicar un reglamento de bienestar animal en seis años. Y aunque el número parece avanzar, el fondo del problema persiste: ningún municipio ha implementado acciones reales ni ha trabajado los ejes centrales de la ley, como el fomento a la tenencia responsable o el censo de animales domésticos.

“Se ha perdido tiempo valioso. La publicación de reglamentos no ha significado un cambio tangible, y los ayuntamientos siguen evadiendo su responsabilidad”, afirmó Jorge Ignacio Martínez Castro, líder del OCPA.

Pero el abandono no es exclusivo del nivel municipal. A nivel estatal, instancias como la Coordinación de Bienestar Animal (CBA), la Procuraduría de Protección al Ambiente (PROPAET) y la Secretaría de Educación Pública (SEPE) han sido señaladas por su nulo impacto. De acuerdo con el Observatorio, la SEPE apenas ha sensibilizado al 5% de los estudiantes sobre bienestar animal, lo que refleja una preocupante falta de interés en formar una nueva cultura ciudadana.

Incluso la recién inaugurada Coordinación de Bienestar Animal en Tetla opera sin un reglamento interno, sin manuales de organización ni lineamientos de operación. “Sin bases administrativas, es imposible exigir resultados”, advirtió el organismo.

Ante este vacío institucional, el Departamento de Arbitraje Médico Veterinario —que no tiene funciones directas en el tema— ha comenzado a intervenir informalmente, reuniéndose con ayuntamientos en un intento por atender el problema. No obstante, esta medida paliativa no sustituye la obligación formal de los gobiernos locales ni del Ejecutivo estatal.

“El abandono institucional está dejando crecer una crisis silenciosa que afecta tanto a los animales como al entorno social. Es urgente dejar de simular y comenzar a actuar con seriedad”, concluyó el OCPA.