- Tlaxcala
Durante al menos un año, habitantes de la comunidad de Tizatlán, en la capital tlaxcalteca, denunciaron el manejo indebido de una sustancia aparentemente tóxica almacenada en tambos al aire libre dentro de una vivienda particular. A pesar de que reportaron el hecho a diversas autoridades, incluyendo Protección Civil del Estado, PROFEPA y la Secretaría de Medio Ambiente, ninguna dependencia actuó.
El fuerte y persistente olor químico fue lo que alertó a los vecinos, quienes descubrieron que el contenido de los recipientes —16 tambos de 200 litros cada uno, presuntamente con resina de poliéster industrial— se vertía de forma periódica al drenaje y directamente al afluente del río Zahuapan.
El domicilio señalado se encuentra en la Primera Privada de Sinaloa, calle Del Cristo, a escasos metros de la avenida Juárez y de la ribera del río, lo que facilitó el contacto directo del supuesto material contaminante con el cuerpo de agua.
La resina de poliéster es altamente inflamable y tóxica, capaz de causar irritaciones severas al contacto con piel u ojos. Aun así, las denuncias ciudadanas no bastaron para provocar una respuesta oficial. La más reciente fue realizada el lunes pasado, sin éxito alguno, según relataron los habitantes afectados.
El pasado miércoles, el dueño del inmueble finalmente retiró los tambos en un camión, sin que se supiera a dónde los llevaría ni bajo qué condiciones, lo que incrementa la preocupación vecinal ante la falta de seguimiento y transparencia del caso.
“Ya no solo es el olor, es la impunidad con la que operan y la indiferencia de las autoridades”, reprochó una vecina que pidió el anonimato.