• Rodolfo Moreno Cruz
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Hace unos días se viralizó un video captado por un dron que sobrevolaba el patio de un motel, grabando las placas de los autos que entraban y salían, e incluso algunos rostros. En redes sociales, muchos lo aplaudieron por “exhibir infidelidades”. Pero lo que unos ven como entretenimiento, para otros es una alarma: estamos permitiendo que la tecnología se meta en nuestra vida privada sin reglas claras.

No es el único caso. Circulan en distintas plataformas videos en los que drones acosan a personas en su vida cotidiana: un señor pintando una fachada es seguido insistentemente; mujeres caminando son grabadas sin su consentimiento; otros sobrevuelan casas para husmear. La línea entre el uso recreativo, periodístico o invasivo se ha vuelto tan delgada que prácticamente ha desaparecido.

Esto no es solo una anécdota. Es una señal de alerta sobre la ausencia de regulación clara para el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los drones.

En México, en el Congreso de la Unión se han presentado más de 50 iniciativas relacionadas con inteligencia artificial. Ninguna ha llegado a convertirse en ley. Sin embargo, este no es solo un tema federal. De acuerdo con el artículo 124 de la Constitución, todo lo no reservado a la Federación es competencia de los estados. Y sí: los estados pueden legislar sobre el uso ético de la IA, la protección de datos y la regulación de drones. Los municipios, por su parte, pueden establecer reglas locales para el uso de estas tecnologías en espectáculos o espacios públicos, proteger datos personales y prevenir la violencia digital.

Por ello, las entidades federativas pueden y deben emitir leyes locales sobre el uso ético de la inteligencia artificial, la protección de datos y la regulación de tecnologías como los drones en espacios públicos.

Aunque los municipios no legislan, sí tienen facultades reglamentarias. Es decir, pueden establecer reglas claras para su territorio. Por ejemplo: Regular el uso de IA y drones en espectáculos o espacios públicos; proteger los datos personales en trámites municipales; prevenir la violencia digital mediante campañas o reglamentos locales.

La tecnología va más rápido que las leyes. Pero eso no significa que debamos quedarnos cruzados de brazos. La Ley de IA de la Unión Europea entró en vigor el 1 de agosto de 2024. México necesita avanzar también, y puede hacerlo desde lo local.

Desde luego, aunque de forma dispersa e incipiente, sí contamos con una normatividad que en algo puede ayudar. Por ejemplo: El Código Penal Federal sanciona el acceso ilícito a sistemas informáticos. La Ley de Protección de Datos Personales protege contra el mal uso de información privada. La plataforma de la Guardia Nacional (CERT-MX) emite alertas sobre fraudes digitales. Pero nada de esto aborda temas como la responsabilidad por decisiones tomadas por algoritmos, la supervisión ética del uso de IA en gobiernos locales o los impactos sociales de estas tecnologías.

Si estás en el servicio público, esto te involucra. Y si formas parte de un Congreso local, esta puede ser tu oportunidad de marcar la diferencia y liderar una agenda legislativa innovadora. O si eres

ciudadana o ciudadano, también puedes incidir solicitando que quienes te representan incluyan estos temas en sus agendas.