• Felipe Hernández Hernández
.

 

La expresión “cortina de humo” se identifica con una táctica militar que, en períodos de guerra o de confrontación social, alguno de los actores utiliza para distraer, ocultar o despistar a los contrarios con el propósito de desarticularlos o descontrolarlos.

También se entiende como el conjunto de hechos mediante las cuales se pretende ocultar la realidad, desviar la atención de la gente, darles un interés diferente para que se olvide de algún hecho o para que pase desapercibido (Ecenarro, 2021).

La cortina de humo impide percibir con detalle lo que se oculta, confunde a las personas, genera un distractor, provoca ruido y desorienta a la opinión pública. En la actualidad se refiere al acto que realiza una persona investida de poder para confundir o engañar a la sociedad respecto de un hecho que quiere que sea inadvertido.

Los ejemplos se pueden encontrar en cualquier ámbito: Entre 1995 y 1997 estalló en Estados Unidos, durante la administración del Presidente Bill Clinton, el llamado Caso Lewinsky que acaparó durante mucho tiempo la atención de ese país, situación que aprovechó el Gobierno para lanzar un bombardeo, por medio de la OTAN, en la Guerra de los Balcanes, donde murieron más de 130,000 personas y alrededor de dos millones tuvieron que huir de su país (Costán, 2019).

En España, en tiempos recientes, se ha utilizado la salud del rey como un distractor social; se ha magnificado en las redes sociales su mala salud, dando pie a múltiples comunicados que afirmaban o desmentían tal hecho, logrando que este asunto acaparara la atención del ciudadano promedio dejando de lado los graves problemas económicos, sociales y políticos de la sociedad española.

En el ámbito nacional, prácticamente todos los gobiernos la han utilizado para desviar la atención de hechos que ponen en tela de juicio su administración. La muerte del comediante Chespirito la aprovechó el gobierno para tratar de desviar la atención por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

El deporte, independientemente de sus bondades, se ha utilizado como cortina de humo. Los Juegos Olímpicos de 1968, fueron aprovechados por el gobierno para desviar la atención nacional e internacional por la matanza de los estudiantes del 2 de octubre. El mundial de futbol de Sudáfrica del 2010 también fue utilizado para desviar la atención de los mexicanos ante el lamentable incendio ocurrido en la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, donde perdieron la vida 49 menores.

La “caja china”, es un término similar al de cortina de humo, que alude a la divulgación de historias que tienen la finalidad de entretener o estimular el morbo de los ciudadanos por encima de otras noticias que son preocupantes, pero que no llaman la atención (Aguilar, 2018).

La cortina de humo y la caja china se pueden distinguir porque:

  1. Surgen cuando hay un hecho que se quiere ocultar. Como un escándalo político (la Casa Blanca o la Casa Gris), la incompetencia de un gobierno (falta de medicamentos en los hospitales) o un tema que no es bien visto por los ciudadanos (inseguridad, desempleo, incremento de impuestos).
  2. Se difunde un tema de manera excesiva. Un hecho se rodea de una cantidad desproporcionada de información, de detalles morbosos o de argumentos sensacionalistas (el programa de feria o los artistas de un festejo).
  3. Se le da valor inusual a un hecho. Se busca que una noticia sea más importante que cualquier otra (el cuidado de los edificios públicos por encima de la vida de las personas), tocando fibras sensibles y generando una reacción emocional.

Las cortinas de humo pueden ser los eventos rodeados de pirotecnia, de luces y grandes escenarios, que buscan generar en las personas la sensación de ser parte de algo extraordinario; o bien la realización de conciertos con artistas o grupos de prestigio cuya asistencia sin costo o a bajo costo suscita respaldo e inclusión momentánea con el gobierno; o también la organización de eventos, fiestas o convivios cívicos, religiosos o sociales, que pretenden entretener o distraer de lo verdaderamente importante.

La caja china se observa en los anuncios de temas de lo más inconexos con la realidad, como son el declarar persona non grata en algún municipio a personas extranjeras, el minuto de silencio en el senado de la república por la muerte del líder de un grupo musical inglés, la intención de pedir pasaporte en México de un estado a otro o de que solo las personas con dinero son bienvenidas en determinada ciudad.

La recurrencia de cortinas de humo busca alimentar a la opinión pública con noticias de lo más inverosímil y polémico para mantenerla distraída de las crisis por las que atraviesa el Gobierno, sobre todo para que las personas no lleguen a pensar o quejarse por el bajo o nulo trabajo del gobierno federal, estatal o municipal, por los problemas que provocan las lluvias en las ciudades, por la inseguridad creciente que lo mismo ocurre en carreteras que en las calles céntricas de las ciudades, por la deficiente infraestructura de los hospitales, por el deficiente y elevado costo del transporte público o por la ineficiencia de las oficinas gubernamentales para atender a la ciudadanía.

La cortina de humo o la caja china son un recurso ampliamente utilizado para intentar despistarnos, para confundirnos o para tratar de ocultar una realidad que quisieran desaparecer o por lo menos minimizar.