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El gobernador del Estado, Mariano González Zarur, minimizó el conflicto que estalló en el sindicato de burócratas "7 de Mayo" por la disputa de la representación legal, pues su interés está en que se inviertan capitales y en la gestión pública para Tlaxcala, no en intervenir en la vida interna de ese tipo de agrupaciones.
Dijo que en todo momento su administración ha sido respetuosa de ese gremio y de los demás existentes y que no hay manos del Ejecutivo metidas en el problema que surgió el martes.
"Yo ando ocupado en la promoción de la inversión privada y en la gestión pública en los municipios, no me da tiempo de más (...), ni siquiera atiendo a la familia", declaró en atropellada entrevista cuando caminaba hacia su despacho dentro de Palacio de Gobierno.
Consultado por separado, el secretario de Gobierno, Ernesto Ordóñez Carrera, manifestó que corresponderá a la Oficialía Mayor sancionar a burócratas que falten a sus labores para ir en apoyo de alguno de los dos grupos que se han integrado en el “7 de Mayo”.
Enfatizó que para el Gobierno del Estado lo primero es respetar la legalidad de las cosas y en ese sentido - recordó - "el señor Edgar Tlapale es el que tiene la toma de nota reconocida”.
Sin embargo, el responsable de la vida interna de la entidad, exhortó a las partes en conflicto a dirimir sus problemas internos y a privilegiar el diálogo “y nosotros tendremos que garantizar la paz social”.