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  • Adolfo Tenahua Ramos
Pretende engañar a los agremiados con cursos patito que imparte el ridículo y nefasto ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado (CEDH) Francisco Miscóatl.

La dirigente del Sindicato “7 de Mayo”, Karina Erazo Rodríguez, enfrenta el desplome de su liderazgo y una creciente ola de inconformidad. Tras conocerse que su toma de nota podría quedar sin efecto, la lideresa improvisada emprendió una cruzada para desacreditar al Tribunal Federal, asegurando que “miente” y que todo se trata de un complot en su contra.

Lejos de asumir su responsabilidad, Erazo emprendió una serie de visitas a dependencias y oficinas repitiendo la versión de que “nada está en riesgo”, tratando de curarse en salud y confundir a la base trabajadora. Pese a que existe un expediente real, la dirigente insiste en negarlo, engañando a los agremiados y demostrando su desconocimiento de la ley.

Lo cierto es que, tras dos años de abusos, imposiciones y hostigamiento laboral, la base trabajadora logró un triunfo histórico. El Segundo Tribunal Colegiado en el Estado resolvió el Amparo en Revisión 453/2023, reconociendo la legitimidad de la elección de Enrique Escobar Cortéz como secretario general, junto con su Comité Ejecutivo, quienes fueron respaldados en noviembre de 2023 por más del 70% de los trabajadores sindicalizados.

En lugar de aceptar el fallo y respetar la voluntad de la mayoría, Karina Erazo se ha dedicado a mentir, manipular y dividir a los trabajadores, recurriendo al chantaje y la intimidación, como es su costumbre.

Obliga a los empleados a asistir a “capacitaciones patito” que en nada mejoran sus condiciones, mientras ignora los verdaderos problemas del sindicato, como el abandono del módulo médico y la ausencia total de un comité de vigilancia, lejos de que resuelva las necesidades y problemáticas de los agremiados, continúa desprestigiando el trabajo de quien la antecedieron,, como si con eso la base le creyera la falsedad y la omisión en que cae.

Desde su llegada, el sindicato muestra una cara peor de intolerancia, beneficios personales solo para sus allegados ya que trascendió que mantiene como comisionados a gente cercana a ella, que no se les ve por el sindicato pero eso sí cobran puntualmente jugosas quincenas. 

La dirigente charrra perdió el respaldo de su gente y la credibilidad ante la ley. Su liderazgo se sostiene solo en el discurso, el miedo y la desinformación, mientras la base trabajadora exige avanzar hacia una nueva etapa más libre y democrática.