- Educación
La violencia en los planteles del Colegio de Bachilleres de Tlaxcala (Cobat) sigue fuera de control. En menos de un mes, tres casos graves han puesto en evidencia la inacción del Director General, Alonso Trujillo, quien continúa sin asumir su responsabilidad en la seguridad de los estudiantes.
El más reciente ocurrió en el Plantel 14 de Natívitas, donde una alumna de 17 años, Analleli L. P., fue agredida físicamente por su compañera Hillary Kenia N., mayor de edad y en evidente estado de ebriedad, dentro del aula 514. La agresora ingresó acompañada de otras dos alumnas bajo los efectos del alcohol y comenzó a vomitar, generando incomodidad entre los estudiantes.
A pesar de que Analleli reportó la situación a la docente de turno, no hubo acción inmediata. Pasados 30 minutos, la directora del plantel, Sofía Nájera Cantoral, junto con un prefecto, intervinieron para retirar a la agresora; sin embargo, Hillary regresó y golpeó violentamente a la víctima, quien terminó inconsciente tras impactar su cabeza contra el marco de una ventana, y posteriormente fue atendida en la Clínica Zaragoza en Zacatelco, donde se le observaron contusiones en la cabeza, hematomas en rostro y cuello desviado.
Otro caso documentado ocurrió el pasado 26 de septiembre, cuando un alumno del Plantel 10 en Apizaco fue agredido con un cúter por su ex novia, recibiendo una herida que requirió 18 puntadas. La agresora sigue prófuga, mientras la ex directora está señalada por entorpecer la actuación de las autoridades.
El tercer caso involucró a una menor de edad del Cobat 01, quien se autolesionó con una navaja afuera del plantel. Este hecho evidencia nuevamente la falta de protocolos de prevención y atención en los planteles del Cobat, donde se han reportado consumo de alcohol, venta de drogas y peleas frecuentes entre estudiantes.
A pesar de estos tres incidentes graves en menos de un mes, el Director General Alonso Trujillo continúa sin tomar medidas contundentes, responsabilizando a padres de familia o a los propios alumnos, mientras la seguridad de los jóvenes sigue en riesgo.
Los padres de familia exigen acciones inmediatas, pues la negligencia y la impunidad han convertido a los planteles del Cobat en espacios peligrosos para sus estudiantes.


