- Política
La traición y la hipocresía política quedaron al descubierto en el cuarto aniversario del triunfo de la gobernadora Lorena Cuellar, luego de que Juan Pablo Rico, secretario del Ayuntamiento de Apizaco, fue exhibido por su descarado doble discurso y su oportunismo político.
Hace apenas unos días, Rico fue captado muy sonriente en una asamblea de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, donde —según asistentes— buscaba acercarse a su grupo político y ganar reflectores. Pero, para sorpresa de muchos, el sábado se le vio nuevamente sonriente y adulador en el evento del cuarto informe de la gobernadora como si nada hubiera pasado.
Su presencia en ambos frentes de la 4T desató una ola de críticas en redes sociales.
Militantes y ciudadanos de Apizaco lo calificaron de hipócrita, traidor y convenenciero, asegurando que “solo busca quedar bien con quien más le convenga”, sin compromiso real con los ideales del movimiento.
“Hoy con Ana Lilia, mañana con Lorena, y pasado con quien le ofrezca más”, comentaron inconformes, quienes lo acusan de usar su cargo para beneficio personal y político, sin mostrar resultados concretos en su función pública.
Mientras el discurso oficial habla de unidad y lealtad, el actuar de Juan Pablo Rico refleja todo lo contrario: ambición, simulación y oportunismo.
En Apizaco, muchos ya lo ven como el ejemplo perfecto del político que no tiene ideología, solo intereses y que se vende al mejor postor o a quien le ofrezca algun puesto para seguir viviendo como parásito gubernamental.



