Se acerca la inauguración de la Feria de Tlaxcala, un evento que debería ser motivo de júbilo y unidad para todos los tlaxcaltecas. Sin embargo, en medio de la preparación para esta celebración, surge una pregunta crucial: ¿está el aparato de comunicación del gobierno estatal a la altura de las circunstancias?
La semana pasada, la gobernadora ofreció un mensaje conmemorativo del cuarto aniversario de su triunfo electoral. Un momento significativo, sin duda, que merecía ser comunicado de manera clara y efectiva a la ciudadanía. Pero, ¿qué sucedió? En medios y redes sociales, la percepción generalizada (y, según el propio vocero, alimentada por una "inundación de bots") fue que se trataba de un informe de gobierno.
La confusión reinó. La gente no entendía qué se estaba celebrando. ¿Un informe? ¿Un aniversario? ¿Qué estaba pasando realmente? Y aquí es donde la responsabilidad recae, no en la gobernadora, sino en su equipo de comunicación. Un equipo que, aparentemente, estaba más preocupado por lidiar con bots y "cuentos chinos" que por transmitir un mensaje claro y conciso.
Es imperativo que el vocero y su equipo reflexionen sobre esta situación. La comunicación gubernamental no es un juego. No se trata de inundar las redes con mensajes automatizados o de distraer a la gente con tácticas engañosas. Se trata de informar, de conectar con la ciudadanía, de construir puentes de confianza.
De cara a la Feria de Tlaxcala, el vocero tiene una oportunidad de oro para enmendar el rumbo. Debe replantear su estrategia, priorizar la claridad, la transparencia y la conexión genuina con la gente. Debe dejar de lado los bots y los cuentos chinos y enfocarse en lo que realmente importa: comunicar de manera efectiva los logros, los proyectos y las aspiraciones de Tlaxcala.
La gobernadora merece un equipo de comunicación que la respalde, que entienda la importancia de su mensaje y que sepa cómo llegar a la gente. La Feria de Tlaxcala es una excelente oportunidad para demostrar que este equipo está a la altura del desafío. ¿Estará el vocero a la altura de las circunstancias? El tiempo lo dirá.

