- Educación
La reciente agresión a un estudiante del Plantel 10 del Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (COBAT) puso en evidencia los problemas que durante años atraviesa ese sistema educativo en todos sus planteles como lo son la violencia escolar, hostigamiento, consumo de drogas y falta de atención institucional.
De acuerdo con testimonios de la comunidad educativa, las denuncias por estos hechos han sido constantes, pero poco atendidas por la Dirección General, encabezada por José Alonso Trujillo Domínguez, quien ha sido cuestionado por su falta de respuesta y presencia ante los conflictos internos, lo que ha llevado a pensar que el propio funcionario permite que este tipo de atropellos se ejecuten en los planteles al libre albedrío y sin sanciones para los agresores.
Padres de familia acusaron que, mientras los problemas aumentan, las autoridades del COBAT se limitan a emitir comunicados, sin establecer un diálogo directo ni acciones concretas para atender las denuncias. “Nuestros hijos no se sienten seguros y las quejas se quedan sin respuesta”, señalaron.
Otro tema que genera descontento es la falta de claridad en el uso de las cuotas semestrales. De acuerdo con cálculos de los propios padres, cada plantel recauda alrededor de 600 mil pesos por semestre, lo que representa más de 24 millones de pesos anuales en todo el sistema. Sin embargo, no se ha presentado un informe público que detalle cómo se utilizan esos recursos.
Ante esta situación, representantes de algunos planteles piden la intervención del gobierno estatal y de la Contraloría para realizar una auditoría que aclare el manejo financiero y revise las condiciones de seguridad al interior de los centros educativos.


